ENTREVISTA EN JULIA EN LA ONDA

Gabi Martínez: "En función de cómo pensamos la muerte, así vivimos"

El escritor presenta su libro "Delta", que narra sus experiencias y reflexiones viviendo un año en la Isla de Buda, que se encuentra en constante amenaza a causa de los temporales y la emergencia ambiental.

ondacero.es

Madrid | 05.12.2023 12:24 (Publicado 04.12.2023 18:27)

Un pequeño triángulo de tierra se adentra en el mar casi en la frontera entre España y Francia, constituyendo un territorio único en Europa: el Delta del Ebro es un espacio fronterizo y a la vez bucólico, que posee una gran riqueza natural constantemente amenaza. El escritor Gabi Martínez se sumergió en esta realidad durante su año de estancia en la Isla de Buda, un pequeño enclave en el delta desde el que ha podido observar, de primera mano, las tensiones entre la población y los diversos problemas medioambientales que pueden provocar que la Isla desaparezca bajo las aguas del Mediterráneo.

"El regreso ya lo he naturalizado", ha explicado el escritor, que anteriormente visitó otro territorio de nuestro país lejano y despoblado: la conocida como "Siberia Extremeña". Tras regresar a la ciudad, el escritor ha afirmado que notó "un olor algo más denso, algo sucio" que el del Delta, donde "te entra todo con una limpieza tremenda". Al ser preguntado por el contraste entre la ciudad y el espacio rural, ha afirmado a Carmen Juan: "Te hablaría de limpieza y suciedad".

El delta como símbolo de la muerte

Martínez dedicó su libro "Un cambio de verdad" a su madre, que nació en las tierras de la Siberia Extremeña. En esta ocasión, "Delta" va dedicado a su padre, que falleció durante el año que el autor pasó viviendo en la Isla de Buda: "Nos ha explicado todo un poco a través de las historias que contamos" ha afirmado el escritor, que ha destacado la importancia que para él ha tenido la figura de su padre, de oficio pintor de casas.

"De mi padre aprendí mucho el valor de la luz, del color", ha declarado el escritor, que trabajó con las brochas junto a su progenitor hasta los 16 años: "Fue alguien que me enseñó a entrar en la casa de los demás", ha explicado Martínez, que afirma que su padre también le educó para no juzgar a los demás y buscar el mejor lado de las personas: "Es importante contarnos lo mejor", ha explicado el autor, defendiendo que el optimismo guíe la creación.

Aunque "Delta" abarque una gran cantidad de temas y registros - combina la historia personal con el retrato paisajístico con el análisis psicológico-, la propia figura del Delta tiene una gran importancia en la obra, como símbolo del final de la vida y del inicio del más allá. En la entrevista, Martínez ha comentado que en su año en la Isla de Buda habitó en la casa más amenazada de la isla, la primera que se llevará el mar en caso de tempestad. Esta situación ha llevado al autor a reflexionar sobre la muerte y sobre cómo la sensación de finitud marca tu forma de vivir la vida. Con respecto a esto, Martínez ha declarado: "En función de cómo pensamos la muerte, así vivimos".

Conflictos a la orilla del río

Más allá de las reflexiones y la historia sentimental, la novela ha tratado de retratar el ambiente de un espacio amenazado, así como los conflictos derivados del turismo o la crisis ambiental: en su novela, el autor ha tratado de mostrar las tensiones, los deseos y los temores de los habitantes del Delta, ya sean agricultores, hosteleros o activistas ambientales: "Lo que he intentado con este libro es que no puedes hablar sin que puedas hablar de otros", ha explicado Martínez.

La biodiversidad del Delta, amenazada

También ha intervenido en la conversación Guillermo Borés, que además de ser uno de los herederos de la Isla de Buda realiza una incansable labor de activismo y denuncia a favor de la conservación del delta. Guillermo Borés afirma que en el Delta del Ebro "se sufre una emergencia ambiental de Primer Orden" de la que lleva advirtiendo 30 años. Borés ha reivindicado los numerosos tratados y normativas que obligan a las administraciones a preservar la biodiversidad del Delta, amenazado por la progresiva invasión del agua salada, que afecta a las especies que viven en las charcas y a la fertilidad de las tierras de cultivo. "Estamos saltándonos los semáforos de forma vergonzosa", ha aseverado Borés.

Martínez ha terminado la entrevista destacando lo importante que es establecer un contacto real con estos espacios en peligro, y reivindicando la curiosidad y el conocimiento: "Por eso tenemos tanto que aprender, que es hermosísimo vivir", ha concluido el escritor.