A pesar de que somos usuarios de numerosas redes sociales que utilizamos a diario, en pocas ocasiones nos paramos a pensar en las personas que moderan el contenido que terminamos por visualizar en nuestro feedcada vez atendemos a una notificación en nuestro smartphone: estas personas están expuestas a imágenes violentas, sexuales y grotescas que deben visualizar y eliminar, arrastrando en muchas ocasiones enfermedades mentales como depresiones o ansiedad a causa de la naturaleza de estas imágenes.
Por primera vez en la historia de España, se han declarado enfermedades estos trastornos derivados de la exposición a contenido extremo, gracias al trabajo de abogados como Francesc Feliu, que representa a más de veinte trabajadores afectados por estas dolencias. En concreto, el abogado ha representado a un grupo de empleados de CCC Digital Servicse, una subcontrata de Meta instalada en Barcelona que reclutó a un grupo de jóvenes con conocimientos en idiomas que no eran conscientes de la experiencia que estaban a punto de vivir.
Un infierno tras la pantalla
"No me podía creer que a escasas 8 manzanas de mi trabajo estuviese pasando eso", ha explicado Feliu, que ha comentado como varios clientes le han descrito las largas jornadas de 8 horas, con descansos de apenas 5 minutos, en los que tenían que visualizar vídeos de violentos descuartizamientos, violaciones, suicidios o actos terroristas en directo: "Visualizaban entre 300 y 500 vídeos de manera diaria. Esto para la mente humana es insoportable", ha detallado el abogado, que afirma que "la mente es porosa" y que se ve conmocionada por este tipo de contenidos: "Es un maltrato laboral", ha añadido.
"Maltrato laboral" hacia los moderadores
En la entrevista realizada por Carmen Juan, el abogado ha reconocido que el trabajo de moderador de contenidos es necesario, si bien las empresas deberían hacer más para prevenir la aparición de trastornos mentales en su plantilla: "La empresa sabe que el moderador de contenidos está expuesto a eso", ha explicado Feliu, que reivindica que se limite el tiempo de exposición a estos contenidos y que sea obligatorio que la empresa garantice un seguimiento psicológico de los moderadores. "Hay formas de minimizar los riesgos", ha apostillado el abogado representante de otros trabajadores.
"El problema que tiene nuestra sociedad es el menosprecio que se tiene a la enfermedad mental", ha comentado el abogado, que ha añadido que la enfermedad mental "es una enfermedad silenciosa. No la vemos venir". Para el jurista, estos jóvenes han sido víctimas de un modelo de negocio que no ha velado por sus derechos: "Para mí han sido carne de cañón", ha declarado el abogado.
El abogado reclama una mayor regulación
"Las redes sociales han venido para quedarse, y lo que no podemos permitir es que las redes sociales hagan negocio de esto", ha añadido Feliu, que reclama una normativa más estricta sobre contenidos que, por ejemplo, obligue a presentar una identificación a los usuarios que suban vídeos o fotos a redes, para evitar la proliferación de estos contenidos tan brutales.
Mientras que en Irlanda una abogada está preparando una denuncia contra Facebook por este asunto - la empresa está radicada allí-, Feliu ha explicado que su equipo ya se prepara en España para elevar la denuncia más allá de las empresas que subcontrata Meta, para demandar directamente a la empresa matriz dirigida por Mark Zuckerberg.
