En el Gabinete, reflexionamos sobre un tema relacionado con la ética, de los viajes de los parlamentarios. Después del escándalo de Monago, varios grupos han planteado que se justifiquen los viajes, pero el PP se niega con el argumento de que “esto no es un colegio y los parlamentarios son mayores de edad”. Nos preguntamos si es lógico que los diputados no necesiten justificar sus viajes, y que su coste no esté sujeto a retenciones fiscales. Los viajes, y los gastos de representación y libre disposición, que sí cotizan a Hacienda, ¿constituyen un sobresueldo camuflado? ¿Debería haber algún control al respecto.