El movimiento anti racista en Estados Unidos está haciendo tambalear algo más que las estatuas. Desde hace unos días, hay un boicot en marcha contra Facebook, para exigir un mayor control de los mensajes de odio que se extienden por la red social. La campaña se llama “Stop hate for profit”, es decir, basta de sacar beneficio del odio, una acusación clara y meridiana.
El movimiento empezó como algo pequeño pero ya suma el apoyo de multinacionales como Adidas, CocaCola, Microsoft o Starbucks, gigantes económicos que hacían millonario a Mark Zuckenberg usando su red como plataforma publicitaria. Para que nos hagamos una idea, en solo 2 días el valor en bolsa de Facebook ha disminuido en 60.000 millones de dólares, un 9%.
Todo ello ocurre en medio de los disturbios por la muerte de George Floyd, pero sobretodo ante la inminente campaña electoral de USA y el temor al uso de la mentira y todo tipo de bulos e infamias que llevaron a Trump a la Casa Blanca.Aprovechando que hoy es el Día Mundial de las Redes sociales, vamos a hablar de este asunto y de la influencia política de las redes sociales. Nos preguntamos qué consecuencias puede tener este boicot, que no es el primero que afecta a Facebook, pero sí la primera vez que las grandes marcas lo respaldan. Y la primera que su creador, Zuckenberg, se pone nervioso. ¿Qué es lo que temen las grandes corporaciones si no se frena la basura que circula por las redes en forma de racismo, machismo, xenofobia…?