Ha empezado el primero de los 1.400 días en los que cuenta gobernar Pedro Sánchez. 1.400 días, una cifra que él mismo ha pronunciado al finalizar la primera rueda de prensa tras el estreno del Consejo de Ministros del nuevo Gobierno de coalición. Pedro Sánchez no quiere ser Pedro el Breve, como algún ingenio anónimo le bautizó ya hace meses.
El gobierno ha empezado aprobando la subida de las pensiones, defendiendo el nombramiento de Dolores Delgado como Fiscal General y apostando por el diálogo en Cataluña. Quién no ha tenido prejuicios con los adversarios y hoy ha anunciado su abandono de la política es un hombre que se jugó la vida en el PP vasco, Borja Sémper. Entró en las jóvenes generaciones del PP cuando no había cumplido los 18, ha vivido 15 años con escoltas y hoy al despedirse ha dejado claro que “no pudieron matarme ni amargarme la vida”.
Una de las voces más críticas con VOX, el verso suelto, el hombre que se enfrentó a la portavoz de su partido, Álvarez de Toledo, se despide con un recado muy claro. “La discrepancia no solo es sana, sino que es necesaria, pero no la bronca, no el enfrentamiento”. Una asignatura de primero de democracia, que ha sonado en boca de Semper como un reproche y broche final a su carrera política.