Chipre tiene algo más de un millón de habitantes, con unos impuestos bajos y un sistema financieros que para muchos, era un paraíso fiscal. Los bancos chipriotas han llegado a tener unos activos de 128 mil millones de euros en un país cuyo PIB nominal era de 17 mil millones. Parte de esa hipertrofia se explica por la entrada de grandes capitales ruso y árabes que se dedicaron a financiar una burbuja inmobiliaria y a comprar grandes cantidades de deuda en Grecia.
En 2011, cuando se realizó una quita de la deuda griega, loa bancos chipriotas quebraron y la economía entró en una depresión profunda que ha derivado en que su gobierno ha tenido que solicitar un rescate, una ayuda de unos 10 mil millones de euros que la UE aprobó este fin de semana y que exige a Chipre una aportación de 5800 millones de euros.
Para conseguir esa cantidad, el gobierno chipriota quería aplicar un impuesto especial sobre los depósitos bancarios del 9,9% para los de más de 100 mil euros y del 6,75% para los de menos. Para evitar una previsible retirada de dinero de los bancos han establecido un corralito financiero.
Esto ha provocado grandes protestas en Chipre que ha provocado que esa quita no se aplique a los depósitos de menos de 100 mil euros, como ha pedido la UE, pero desde Chipre, parece que llega por debajo de 20 mil euros.