Elisa Beni opina que "la vida privada de las personas públicas no tiene el mismo ámbito que la vida privada del resto" y que "algunas actividades del jefe del estado le dan al electorado una información de cómo es esa persona", puesto que "depende de con quién duerma el jefe del estado puede tener influencias que no se conozcan".
Cristina Losada nos explica que "la época en la que los medios de comunicación mantenían protegidos a los políticos de renombre se acabó" y que actualmente "vivimos en una aldea global también en el sentido de que todos quieren saber todo lo que hacen todas las figuras públicas".
Javier Sardá se muestra muy claro en su opinión y asegura que "el Presidente de la República Francesa me interesa por lo bien o lo mal que lo haga, su vida privada no es un elemento central".