El barómetro del Cis también recoge el repunte, respecto al mes de abril, de la corrupción y el fraude como asuntos de máxima tribulación para los españoles. Así que es comprensible que los partidos emergentes, decisivos en los futuros gobiernos municipales y autonómicos, insistan en sus negociaciones en la necesaria higiene que merece la actividad política. Cifuentes tira pelotas fuera, las mismas que Susana Díaz, porque ni una ni otra estaban allí cuando los suyos se corrompieron.
Pues que ejerzan la autoridad de que disponen, como listas más votadas en Andalucía y Madrid, para sacar de sus partidos a todos los imputados por la corrupción. Los días pasan y apenas faltan 10 para que se deshaga la “melé” de los pactos. Este sí es un auténtico Tic, tac, tic tac.