Felicidades a los que hoy cumplen años. ¿Qué mosca les ha picado a éstos? Estarán pensando ustedes, pues, es verdad, no solemos hacerlo pero nos ha inspirado saber que hoy cumple 80 años Miguel Ángel Revilla, el carismático presidente cántabro, y lo hace en activo y con perspectivas de presentarse a la reelección. Nos ha inspirado incluso el tema de gabinete.
No es el único político que ocupa posiciones de poder muy sobrepasada la edad de jubilación. Hay una gerontocracia muy curiosa y extendida: Joe Biden (80), Lula da Silva (77), Donald Trump (76), Vladimir Putin (70) Aquí también tenemos ejemplos: Manuela Carmena fue alcaldesa con 71 años, Francisco de la Torre , alcalde de Málaga (80 años) que también se presenta a la reelección, en Barcelona compiten dos señores abuelos, Xavier Trias (76) y Ernest Maragall (80).
Parece que se ha superado la fase de los liderazgos jóvenes. En España, por ejemplo, cambiaron los líderes de todos los partidos en apenas 2 años y todos tenían 20 años menos que sus antecesores. Pero parece que esa nueva oleada de políticos jóvenes se ha estancado.
Vamos a reflexionar sobre la gerontocracia, y la relevancia que damos a la edad de los líderes. La semana pasada, quién fue la primera ministra más joven del mundo, Jacinda Ardern, dijo que dimitía porque se había quedado sin fuerzas. Todos entendemos que llevar las riendas de un país requiere capacidad y energía. ¿Un liderazgo con artrosis, pongamos, es peor? ¿Importa a los votantes? ¿La inexperiencia de los jóvenes asusta o aporta futuro? ¿Qué supone gobernar cuando alguien está en la recta final de su vida en comparación con quién tiene más de la mitad de la suya por delante? Los jubilados ingleses, recuerden, son los que votaron a favor del brexit para disgusto de la mayoría de jóvenes que son los que sufrirán muchos años esa decisión.
Nos lo preguntaremos con Juan Manuel de Prada, Ignasi Guardans y Carolina Bescansa
