Aunque la velocidad de vértigo que ha adquirido la Historia, en general, nos confunde a menudo, esta semana se cumple solo un año de la cruenta salida de Pablo Casado de la presidencia del PP.
Una crisis que se originó tras la publicación de una supuesta investigación interna a Isabel Díaz Ayuso, por la adjudicación de un contrato a su hermano durante la pandemia. Una jugada para desestabilizar a la presidenta madrileña que acabó actuando como un bumerán: la investigación quedó en nada, y en cambio su promotor, en cuestión de días, Pablo Casado vio como aquellos que le aplaudían efusivamente en whatsapp le mostraban la puerta de salida de Génova.
Como dijo en una ocasión el canciller alemán Konrad Adenauer: "Hay tres tipos de enemigos: los enemigos a secas, los enemigos mortales y los compañeros de partido". Pocos lo han comprobado con tanta efusión como Pablo Casado.
Aprovechando la efeméride, vamos a repasar en el Gabinete cómo se gestó esa crisis, qué consecuencias tuvo la salida de Casado y cómo influye en la presidencia de Núñez Feijóo. ¿Acabaría igual un pulso entre Feijóo y Ayuso? Por lo que pudiera pasar todos descartan que tal cosa ocurra de aquí a las próximas elecciones de fin de año. Balance del primer año Feijoniano y calvario y muerte política de Casado.
