HERRERA EN LA ONDA| CASO MADRID ARENA

Simón Viñals, médico en el Madrid Arena: 'Los recursos materiales los tenía todos y los empleé'

El Dr Simón Viñals y su hijo eran los dos médicos contratados como servicios médico en el evento del Madrid Arena. Nos explica que contó con todos los recursos materiales para atender a los heridos y que los empleó pero que si hubieran sabido lo que iba a pasar " hubiera llevado el triple de recursos humanos"

ondacero.es

Madrid | 30.11.2012 09:08

Simón Viñals ecplica que 'nos superó con creces el hecho de que hubiera esta avalancha', cuenta que las tres chicas a las que él atendió 'vinieron en una parada cardiaca absolutamente irreversible', que 'se hicieron todas las maniobras y todo el tiempo que hay que estar haciendo las maniobras aunque fueran negativas' y que las chicas le llegaron con signos de parada cardiaca que eran impresionantes, con midriasis (pupilas dilatadas), ausencia de latido, parrilla costal rota', ' no sabían 'cuántos cuerpos soportarían, supongo que muchos'. Explica que estuvo los 30 minutos que stablece el protocolo para reanimarlas, pero que fue imposible.

Estás son las preguntas de Carlos Herrera y las respuestas del Doctor Viñals

¿CÓMO ESTÁ VIVIENDO ESTA TRAGEDIA?

“Estoy cada vez más triste. Me he enterado del fallecimiento ayer de otra de las jovencitas que estaba allí y eso es una pena terrible”.

USTED ESTABA CON SU HIJO, CONTRATADOS PARA EL CASO DE QUE SE PRODUJERA UNA URGENCIA. DOS PERSONAS PARA TANTA GENTE…

“No éramos dos. Éramos dos médicos, dos ATS y cuatro técnicos en emergencias, que eran los que aportaba la empresa de ambulancias, que van dos técnicos en cada ambulancia. O sea, que éramos ocho sanitarios”.

¿ESTABAN PREPARADOS Y TENÍAN LOS RECURSOS SUFICIENTES PARA SACAR ADELANTE UNA AVALANCHA COMO ESA?

“No. Si yo sé que va a pasar esto, hubiera llevado el triple de recursos humanos. Pero recursos técnicos – instrumental, material de emergencia y tal – los tenía todos. Y los empleé. Ha habido declaraciones por ahí de que si simplemente se hizo masaje cardíaco… No, no, no. Se hizo lo que dicen los protocolos de emergencia que hay que hacer. Protocolo que, por cierto, redacté yo. Fueron los primeros protocolos que salieron a la luz sobre emergencia extrahospitalaria. Y están redactados por un equipo que presidía yo cuando creé el Samur. De manera que teníamos lo necesario para lo que pasa normalmente en las fiestas. Incluso si hay una parada cardíaca también. Pero nos superó con creces a mí y a todos los que estaban allí y el hecho de que hubiera esa avalancha. Yo no sé cuanto tiempo estuvieron estas pobres niñas aplastadas. Lo que sí se es como vinieron a la enfermería: en una parada cardíaca que a mi juicio era absolutamente irreversible. A pesar de todo, cada una de las tres que se atendieron por el equipo que yo dirigía se hicieron todas las maniobras y todo el tiempo que hay que estar haciendo las maniobras, aunque resulten negativas”.

CON MÁS CONTINGENTE HUMANO, ¿LA VIDA DE LAS MUCHACHAS SE HUBIERA PERDIDO IGUAL?

“A mí me da esa impresión. Yo fui el primero que empezó a hacer en Madrid simulacros de grandes catástrofes. Y en ellos hacíamos participar a todos los recursos sanitarios que había, ejército, helicópteros… Yo ya había acudido a trabajar en fiestas con esta misma empresa y nunca había pasado nada así, jamás. Había intoxicaciones etílicas. Nunca se me presentó un paciente con la patología tan gravísima, de tener las pupilas dilatadas, de estar en parada cardíaca y no ser reversible a la desfibrilación que hicimos a las tres pobres niñas que yo atendí. No hubo posibilidades y se hizo durante todo el tiempo que marca los protocolos, hasta que llega el Samur. La reanimación cardiopulmonar fue ineficaz, ante un caso de esa gravedad”.

¿LO QUE LLEVABA EL SAMUR PARA TRABAJAR YA LO TENÍA USTED?

“Hombre, si vinieron cinco, seis o siete equipos, yo tenía un desfibrilador que iba pasando de una niña a otra, mientras los otros seguían haciendo la respiración”.

PRACTICAMENTE, LAS NIÑAS LE LLEGAN A UN CENTÍMETRO DEL UMBRAL DE LA MUERTE

“No lo sé en cuanto medirlo. Pero llegan con unos signos de parada cardíaca que eran impresionantes. Con las pupilar totalmente dilatadas, lo que se llama la midriasis, con ausencia de latido… Cuando los técnicos y yo hacíamos el masaje cardíacos, veíamos que la parrilla costal estaba rota. Yo no sé cuantos cuerpos soportarían en esa avalancha, ni cuanto tiempo. Supongo que mucho. En una comisión del Ayuntamiento dije que a los ocho minutos de parada cardíaca las posibilidades son casi o igual a cero. Eso se ha interpretado con que yo estuve ocho minutos haciendo reanimación. Estuve los treinta minutos que dicen los protocolos para declarar un cuerpo fallecido”.

¿PUDO PERCIBIR DESDE DONDE ESTABA QUE ALGO FALLABA EN LA ORGANIZACIÓN DEL ACTO?

“Yo, y todos los que estábamos en la enfermería,  lo único que vimos es que los chicos eran más jovencitos que la media que vemos en otros eventos y que venían con gran cantidad de alcohol. Cuanto más joven o menos peso se tiene, el alcohol sienta peor. También vimos un esguince de rodilla, un sangrado por la nariz… Y esas cosas que vemos habitualmente. Jamás pensamos que, mientras estábamos viendo eso, haciendo eso, había una avalancha, un tapón o lo que quieran llamarlo, porque estaba dentro de la enfermería, y que allí había, minutos y  minutos, gente aplastada”.

GRACIAS DOCTOR…

“Le agradezco que me haya llamado, porque me están llamando de algunos otros lugares, que desde luego yo no voy a ir. No voy a ir a ese espacio de telebasura que hay por ahí. Es indigno ir ahí. Estoy muy apenado con lo que les ha pasado a estas pobres criaturas y me solidarizo con las familias, como es natural”.