Asegura que, en los últimos años, "empieza a existir algo insólito en Cataluña, que es que te pregunten si eres o no soberanista". Explica que los Juegos Olímpicos del 92 fueron "la cima del prestigio de una sociedad en la que se pensaba que todo iría a mejor", aunque sin embargo, no fue más que "un espejismo".
Comenta que Jordi Pujol fue una figura "muy rotunda", pero que con los últimos escándalos de corrupción, su imagen ha quedado "muy deteriorada frente a la sociedad catalana". Sobre la independencia establece que "se llegó a decir que Madrid eran los alemanes de España" lo que crea un "sentimiento de superioridad".