Fue juez de familia y, debido a la decisión de prorrogar el régimen de visitas de un niño para que saliera en una procesión, se dictó una sentencia por la que fue inhabilitado de su cargo durante diez años. Por esta razón se ha presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, aunque "no sé si tendré que acudir al Tribunal de Estrasburgo para que se repare lo que considero que es una flagrante injusticia".
Su libro trata sobre el totalitarismo al que lleva la legislación en torno a lo que él llama la dictadura de género. "Me dijeron que por defender la independencia, la objetividad y la auténtica igualdad, no podía seguir siendo juez".
A la pregunta de por qué se había legislado tan parcialmente, Serrano ha respondido que "porque había presión por parte de un lobby. Parte de un sentimiento de resentimiento y de crear una nueva era de discriminación, pero en el otro sentido.
El libro, en el que trata todos estos temas, "se está presentando en muchos sitios y está teniendo éxito porque detrás hay muchos afectados".