Los Fósforos nos cuentan historias de suerte, historias de lotería que han cambiado la vida a muchas personas.
José: Yo tuve la suerte de que me tocase un coche en un concurso de Barcelona, un 205 “pelao”. Y este año me tocó la lotería porque el 2 de febrero me echaron del trabajo y el día 10 ya estaba trabajando, eso sí es que te toque la lotería. Si me tocara de verdad, montaría un equipo amateur ciclista, para ir al Tour o lo que sea relacionado con el ciclismo.
Amparo: A mi marido, a toda la familia, hace unos 15 años, dos cupones de la once, diez millones de pesetas. Hace unos 5 o 6 años, le tocó un BMW en un concurso de televisión. Y al poco tiempo le tocó una televisión de plasma en una gasolinera. A veces oyes cosas de “eso es mentira” o “nunca toca”, yo doy fe de que sí toca.
Santiago: Yo cuento una desgracia. Un compañero mío, siempre seguía su rutina, café, periódico, quiosco para comprar el cupón. Un día fue a comprar y toda la serie que compraba, se lo había llevado un hombre, y justo ese día tocó. Lo peor es que el hombre, finalmente había devuelto tres cupones, pero el quiosquero se le olvidó guárdeselo a mi amigo.
Jorge: Yo fui millonario durante media hora. Echamos una columna de la primitiva hace 20 años para todos. El día antes, un compañero mayor apuntó los números para comprobarlo por la noche. Este hombre apuntó los números que salieron, también en un papel y al día siguiente, al comprobarlo se equivocó de papel y sacó el que tenía apuntado nuestros números. Claro, coincidían todos, y nos volvimos locos, pensábamos que éramos millonarios. Durante media hora lo estuvimos celebrando hasta que trajimos un periódico y comprobamos que no nos había tocado absolutamente nada.
Fabiola: Mis padres vivían en Brasil. Un buen día, mi padre le tocó la lotería en España, unos 7,5 millones de las antiguas pesetas, cuando eso era un valor muy alto en esa época. Gracias a eso nos vinimos a vivir a España.