Rafael: Nosotros estábamos en Tomares, Sevilla. Lo pasamos muy bien. Nosotros vivimos en unos chales adosados, y un vecino invitó a cuatro familias. Acabamos 17 familias en la casa. La dueña, tenía todo muy bien puesto, con una mesita, algo para picar, y cuatro o cinco sillas y de repente llegamos 45 personas. Acabamos todos metiendo botes, las cerveza tiradas, todos empapados. Cogimos las motos y nos fuimos al pueblo a seguir celebrándolo, siguiendo dando botes. Fue un orgasmos futbolístico.
José: Lo viví en La Mancha. Empezamos a la una para comer. Fue un día de muchas emociones. Acabamos en una habitación de 30 metros cuadrados unas 40 personas, e igual que el anterior, todos dando botes, todo tirado, las botellas volaban, todos por encima de la fuente. Nos fuimos a la fuente, y mi primo, que llevaba la camiseta de Andrés Iniesta, se lo comieron literalmente. Y la verdad es que después del nacimiento de mi hijo, ha sido uno de los momentos más bonitos que he vivido.
Rafael: A nosotros nos pilló en un crucero y fue muy divertido. Pusieron una pantalla gigante en el salón de actos, y como todos éramos españoles no había problemas. Pillamos una tele en Italiano y así nos pudimos enterar. Eso fue un despiporre, suspendieron todos los espectáculos del barco y el show lo pusimos nosotros. Fue impresionante.
Fernando: Aquel día estábamos en un crucero del mediterráneo. En el teatro nos pusieron el partido. Había americanos, mexicanos, italianos, y un grupo de holandeses. Todos animaban a España menos este grupo, que les hacíamos desaparecer. Todos con la bandera de España. La fiesta que se montó fue impresionante. Además los animadores se encargaron de que fuera más. Fue en Inglés, pero estuvo muy bien y lo celebramos como es debido.