El director de la agencia Vascopress presenta este libro en Herrera en la onda y lo define como "la historia de la decadencia de ETA que abarca desde la tregua del año 1998 donde aprovechó esa época para rearmarse con la ayuda del IRA, hasta el anuncio del cese definitivo de las armas". La tesis de Iribarren es que ETA estaba derrotada operativamente entre finales de 2001 y principios de 2002 pero "tardaron una década en sacar las conclusiones lógicas y es que si ya no tenían capacidad terrorista para imponer sus posiciones políticas tenían que denunciar al terrorismo. La situación de debilidad la percibieron al momento y las crisis internas del grupo terrorista se repitieron en varias ocasiones como por ejemplo una crisis del aparato militar en 2003 o de la importación de armas del exterior", comenta el epriodista.
Iribarren insiste en que "ETA no ha desaparecido y el Estado no debe ignorar esa posición ya que eso ya ha ocurrido en el pasado como por ejemplo en el 1982".
Como experto en el tema de ETA, Domínguez Iribarren comenta las palabras anunciadas por el abogado sudafricano y mediador de conflictos Brian Currin en las que consideraba peligrosa la disolución de la banda. El periodista considera que si Currin cree que “ETA ya no existe, que no tiene armas ni va utilizar más la violencia, tendría que devolver el grupo del señor Currin que fue creado para promover la paz y disolverse la Comisión de Investigación de la tregua”.
