Ónega afirma que el final de los contratos turísticos es la única posibilidad de aliviar la crudeza de los datos del paro. “Alivia pero no justifica”, afirma. “No sirven las reformas, no hay alicientes en las empresas ni confianza para invertir. Es indecente que con el drama, los poderes públicos se enzarcen en definir quien es el culpable. Es innoble esa discusión cuando lo que se reclama es una solución.”
El análisis de Ónega: España destruye más de 3.000 empleos diarios
Ónega afirma que el final de los contratos turísticos es la única posibilidad de aliviar la crudeza de los datos del paro. “Alivia pero no justifica”, afirma. “No sirven las reformas, no hay alicientes en las empresas ni confianza para invertir. Es indecente que con el drama, los poderes públicos se enzarcen en definir quien es el culpable. Es innoble esa discusión cuando lo que se reclama es una solución.”