Este proyecto nació en 1989 de la mano de Louis Privat con el objetivo de reivindicar la cocina tradicional francesa, que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Anualmente recibe a 363.000 comensales, de los cuales 50.000 son españoles. Entre sus referencias destaca el mayor surtido de quesos del mundo en un restaurante. Para catarlos como es debido, es preciso seguir un código de etiquetas que nos marca su intensidad; además de su procedencia. Entre ellos, también encontraremos quesos españoles como un Manchego 4 meses, un Manchego 12 meses, un queso Tomme catalán y queso de Cabrales. La propuesta de restaurante es que acompañemos nuestra capa con champagne francés. En el buffet destaca un enorme lineal con 111 variedades de queso, lo que se traduce en una inversión de 400.000 euros anuales en queso artesanal.
El restaurante está dividido en diversos espacios
Los visitantes a Les Grands Buffets pueden recorrer sus galerías de platos preparados, esencia de la tradición culinaria francesa de fiesta. Además, pueden contemplar cómo se preparan sus carnes en la Rôtisserie o cómo se elabora el ritual del pato prensado (o pato a la sangre; canard au sang, en francés). Se trata de una de las preparaciones más reconocidas de la cocina gala del siglo XIX. El primer restaurante en servirlo fue el Tour d'Argent, en el V distrito de París.
La zona dedicada a pescados y mariscos está presidida por una espectacular y sofisticada cascada de bogavantes, en la que cada comensal puede servirse cuanos desee. En esta zona también son muy codiciadas las ostras de Thau, los cangrejos de mar, almejas, gambas y seis variedades de salmón noruego. Para los postres, este restaurante ofrece un nuevo espacio llamado Glacier que está dedicado a la pastelería y heladería tradicional.
Los platos imprescindibles que hay que probar
- Canard au Sang
- Le Liévre a la Royale
- Foie Gras
- Ostras
- Caracoles
- Ancas de rana
- Mouclade
- Crepes
- Gratén
- Ratatouille
- Soufflé
- Steak tartar
- Crêpes Suzette
- Tatin
- Éclairs
Recorriendo Narbona
Para acceder a Les Grands Buffets hay que tomar el transporte público cerca de la estación de ferrocarril de Narbona. Aprovechando nuestra visita, podemos recorrer el mercado, visitar la catedral de la ciudad, tomar unas fotografías del Canal de Robin o conocer la historia de la colegiata de Saint-Paul.