Belleza natural y cultura milenaria

Laos: destino poco visitado lleno de encanto

Fueron los franceses, cuando se establecieron en Indochina, los que añadieron la “s” al final del nombre de este país, que antes se llamaba Muang Lao, que significa el país de los lao, el grupo étnico mayoritario, y que ahora, desde hace 50 años, se llama, oficialmente, República Democrática Popular Lao. En español, el topónimo recomendado por la Real Academia mantiene la ese al final: Laos. Es un país fascinante, lleno de atractivos.

Mariano López

Laos |

Con una historia milenaria, cientos de bellísimos templos, selvas, montañas, el gran río Mekong y lo más importante: la extraordinaria amabilidad de su gente. Es un país fascinante, decía, y sin embargo es el menos visitado de Indochina. ¿Por qué? Por varias razones. La primera, porque frente a la riqueza costera de sus vecinos, Vietnam y Tailandia, Laos no tiene playas, no tiene acceso al mar. Tampoco tiene monumentos tan extraordinarios como Angkor, en Camboya, o Bagan, en la antigua Birmania, ni ciudades con el dinamismo que tienen Bangkok, Hanói o Kuala Lumpur. A cambio, en Laos puedes estar a solas en un templo milenario, o en una cascada, o en una isla del Mekong, sin prisa, sin que nadie te apure. Ahora, estos últimos años, el turismo en Laos está creciendo. Sobre todo, como extensión de un viaje por Tailandia o Vietnam. Es una opción muy interesante: una extensión que, eso sí, tiene que incluir, al menos, unos días, en la antigua capital de Laos, la ciudad de Luang Prabang, Patrimonio de la Humanidad.

Templo en Laos
Templo en Laos | Pexels - Itsehsanh - 17757817

Visita Laos comenzando por Luang Prabang

Su nombre significa la ciudad de Phra Bang, que es el nombre prhabang, de una pequeña estatua de Buda, considerada símbolo protector de Laos y de su religión mayoritaria, el budismo. Los días, en Luang Prabang, comienzan con la ceremonia de la limosna. Al amanecer, miles de monjes salen de los monasterios y recorren las calles principales de la ciudad, ofreciendo sus cuencos a quienes les aguardan para regalarles comida, nunca dinero ni objetos, solo comida, en especial arroz y fruta. Se puede asistir, sin molestar, a esta ceremonia, y luego recorrer a pie el centro de Luang Prabang. Donde hay 33 templos budistas, a muy poca distancia unos de otros. Destacan el templo del rey Wisunarat, el más antiguo, de 1513; el templo Xieng Thong, considerado el más bello; y el templo Mai, que acogió la estatua sagrada del Buda, el Phra Bang, hoy en el museo del antiguo Palacio Real de la ciudad. Cerca del Palacio Real, se encuentran dos caminos que llevan a la cima del monte Phousi, la colina más alta de Luang Prabang, En la cima, se disfruta de una perfecta panorámica de la ciudad, y de la puesta de sol, el atardecer en el Mekong, el gran río de Indochina, cuyo nombre significa la madre de todas las aguas.

Laos, sudeste asiático
Laos, sudeste asiático | Pexels - Zaonar Saizainalin - 547935324-16970106

El río Mekong atraviesa Laos de norte a sur

Durante 1800 kilómetros, gran parte de los cuales, más de 800, sirve como frontera natural con Tailandia. En Luang Prabang no hay cruceros regulares hacia el sur porque el río forma rápidos, desniveles, la navegación es complicada. Hacia el norte, los cruceros navegan sin problemas y hay dos rutas atractivas. La más corta lleva a las cuevas de Pak Ou, hora y media río arriba. Son dos cavidades en un acantilado, que albergan más de 4000 estatuas de Buda. Es un viaje de ida y vuelta en el día. Otra opción es navegar a la localidad de Huay Xai, en la frontera con Tailandia. Un viaje de dos días. Mas que el destino, lo interesante es la navegación, el paisaje, la vida en torno al río y dentro del río, las escalas en pueblos remotos. De regreso a Luang Prabang, si podemos seguir explorando el país, la mejor opción es tomar el tren, un tren moderno, rápido que nos lleva hacia el sur, hasta la capital, Vientián.

El tren entre Luang Prabang y Vientián recorre los 180 kilómetros que separan estas ciudades en poco más de una hora. Con parada intermedia en Vang Vieng, una pequeña ciudad la sombra de una montaña que ofrece rutas de senderismo, paseos en globo y descensos de kilómetros por el río Song en flotador. Vientián, la capital, es mucho más relajada. Templos budistas, entre ellos la Gran Estupa Sagrada, monumento nacional, símbolo del país, muchos ejemplos de arquitectura colonial, un parque con cientos de estatuas de Buda y un precioso paseo junto al Mekong, que se anima a diario con el mercado nocturno. Excelente lugar para disfrutar de la cocina laosiana, que se sirve siempre acompañada por una taza de té y un cuenco de bambú con arroz Khao Niao, un arroz que tiene una composición de almidón diferente a la que se cultiva y consume fuera de Asia, que hace que este arroz oriental tenga una textura pegajosa, que los granos se peguen unos con otros. Se come con la mano, se utiliza para rebañar los platos, mojar en las salsas, como si fuera pan. Y después de Vientián, si disponemos de algún día más, podríamos viajar más al sur, y disfrutar de otro encuentro con el gran río, en la zona denominada las 4000 islas.

Cultura de religión budista
Cultura de religión budista | Pexels - Itsehsanh - 17616398

Laos está lleno de islas pequeñas deshabitadas en su inmensa mayoría

En las riberas hay arrozales, bosques y cocoteros y en el Mekong, la posibilidad de ver delfines en el río, grises, singulares, de cabeza redondeada, como la de la ballena beluga. Para llegar a esta zona hay que volar de Vientián, hasta Paksé, la capital del sur. Al este de Paksé, se encuentra una sucesión de cascadas, algunas de más de 120 metros de altura. Al sur, a 40 kilómetros, se pueden ver las ruinas de un templo milenario, anterior a los de Angkor, y más al sur, a unos 150 kilómetros, casi en la frontera con Camboya, es donde se ensancha el Mekong, se abre en varios canales y crea el área de las 4000 islas. En cuatro de estas islas, las principales, se encuentran junto a las casas de los pescadores los alojamientos para los viajeros y los muelles para salir al encuentro de los delfines de río.

Client Challenge

Un ejemplo del estilo musical de moda en Laos, el llamado Lao Pop. Un tema de un grupo llamado M VII Z, siete chicas muy jóvenes, que ganaron el año pasado un concurso del tipo Operación Triunfo, en televisión, y este año han alcanzado un éxito total con este tema, titulado Waam, que significa, en lao, dulce.