Durango. Quizá sea la única ciudad de Estados Unidos donde puedes ver vecinos que atan sus caballos en los postes de la avenida principal, en la que también circulan carros tirados por caballos y hasta una diligencia, auténtica, dedicada, hoy, a pasear a los turistas. Durango es de los pocos lugares que ha conservado gran parte de su esencia original, las fachadas de sus principales edificios no son réplicas, son auténticas; no parecen del viejo oeste, son del viejo oeste. Durango se encuentra en el extremo sur del estado de Colorado. Más cerca, en kilómetros y tradiciones, de Santa Fe, de Nuevo México, que de Denver, la capital de Colorado. Fue fundada en 1880, por la compañía de ferrocarril Denver and Río Grande Railroad. Con la idea de que fuera un centro logístico del pudieran partir trenes hacia las minas de plata y de oro recién descubiertas al norte de Durango, en las montañas que rodean el pueblo de Silverton. El nombre, Durango, lo propuso un empresario, ex gobernador de Colorado, que había viajado por México, y le parecía que el paisaje del Durango mexicano era muy similar al de la nueva ciudad. Hoy, el Durango de Estados Unidos, es un centro turístico de muchísimo interés. Primero, por lo que ofrece la ciudad. Que fue minera, ganadera y ferroviaria, un lugar atractivo para aventureros y forajidos. Hay circuitos organizados para ver lugares como la antigua cárcel, el juzgado, el cementerio, las viejas cantinas, donde aún se puede escuchar pianistas que tocan ragtime, y los lugares que se dice que están encantados, como el hotel Strater, en cuyo sótano se asegura que hay luces que parpadean y puertas que se abren solas. Durango, también, es un gran lugar para visitar el cercano Parque Nacional de Mesa Verde. Pero, con todo, lo que más turistas atrae es el tren de vía estrecha que va de Durango a Silverton.

De Durango a Silverton en uno de los mejores trenes turísticos del mundo
El tren de vía estrecha, que desde 1882 cubre la línea entre Durango y Silverton, está considerado uno de los mejores trenes turísticos del mundo. Y es uno de los más famosos. Aparece en decenas de películas, entre ellas La vuelta al mundo en 80 días, La conquista del Oeste, y Dos hombres y un destino, con Robert Redford y Paul Newman. Es un tren muy especial, porque conserva y utiliza las mismas locomotoras que le impulsaban hace cien años y porque viaja a través de un paisaje espectacular, por el cañón del Río Ánimas. Hay un tramo, en especial, que se ha filmado en muchas películas, que es el momento en el que tren pasa por un acantilado muy estrecho, pegado a una caída de más de 120 metros, y cruza al otro lado del río, este río que bautizaron exploradores españoles con el nombre de Río de las Ánimas del Purgatorio, lo cruza por un puente de hierro construido en 1894. En total, el tren entre Durango y Silverton recorre 72 kilómetros, por el trazado original. El viaje dura tres horas y media, por sentido, a la ida y a la vuelta, y hace escala de dos horas en Silverton. Tres horas y media que son una gozada, los vagones son amplios, restaurados, con ventanas abatibles, lámparas de época, techos curvos y asientos de madera. Hay varias clases. La clase más económica tiene vagones sin ventanas ni techo, solo un toldo. Ideal para las fotografías, pero hay que proteger la cámara de la carbonilla, igual que en las plataformas entre vagones. No hay cobertura para el teléfono móvil, tampoco, por supuesto, conexión a internet. El tren serpentea todo el tiempo, suena el silbato, en las curvas, los cruces, suena el vapor cuando la locomotora libera presión de la caldera y suena el traqueteo, el ritmo único que tiene un tren superviviente del Salvaje Oeste, un tren declarado monumento histórico nacional.

Duelo al sol en Silverton
Silverton Se encuentra a más de 2800 metros de altitud, en el corazón de las montañas de San Juan, que son parte de las montañas Rocosas. Nació en 1874 como campamento minero. Llegó a tener en poco tiempo 29 cantinas en una sola calle y una considerable cantidad de duelos, disparos, y bandidos. Hacia 1885, Silverton solicitó la presencia de uno de los marshals más famosos del Salvaje Oeste, Bat Masterson, Bartholomé Masterson, alguacil de Dodge City. Una figura legendaria, el más elegante de los pistoleros, vestido siempre con sombrero de copa, trajes con chaleco y reloj de cadena. Su sola presencia redujo el número de crímenes. Hoy, los guías de Silverton que enseñan varios agujeros de bala en la ciudad, señalan el agujero que dejó, en la barra del hotel Gran Imperial, una bala del revólver de Masterson, La fiebre del oro, de la plata, en Silverton apenas duró una década. Las minas dejaron de ser rentables. La ciudad vive ahora del turismo, del que le llega con el tren de Durango. Conserva gran parte de la estructura original del Grand Imperial Hotel, donde se alojaban Bat Masterson y otros ilustres visitantes, conserva también la antigua cárcel, una de las minas, que se puede visitar, casetas de mineros, antiguos comercios, restaurados, y, por supuesto, la estación. Silverton es un recuerdo vivo, activo, del Lejano Oeste, auténtico, nada es un decorado, y se encuentra en un lugar precioso. Merece la pena, mucho, el viaje en este tren que no es el único tren histórico de la región.

En este estado, en Colorado, hay otros tres ferrocarriles históricos, entre ellos el más destaca es el Cumbres & Toltec Scenic Railroad, un tren también de vía estrecha, movido por locomotoras de vapor de la misma empresa que el tren entre Durango y Silverton, la Denver & Río Grande Railroad. Realiza una ruta de 103 kilómetros, entre la ciudad de Antonito, al suroeste de Durango, y la ciudad de Chama, en el vecino estado de Nuevo México.

También ha participado en películas, la más famosa Indiana Jones y la tercera cruzada. Es el tren al que se sube el joven Indy, para escapar de quienes le reclaman la cruz de Coronado, el explorador español que dirigió la primera expedición que llegó al Cañón del Colorado.
