Singapur es una ciudad que mezcla modernidad rabiosa, centro financiero y construcciones arquitectónicas rompedoras, que conviven con hermosos y frondosos jardines, así como con barrios emblemáticos y vibrantes como Little India, Arab Street o Chinatown. No podemos olvidar, además, una de las magníficas opciones gastronómicas que se pueden encontrar por todas sus calles y enclaves de todo tipo, incluyendo los famosos Hawkers (que son los puestos de comida callejera que fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la UNESCO en 2020).
Cuando el inglés Thomas Stamford Raffles construyó en 1819 el puerto que permitió a la isla convertirse en un indispensable centro comercial con India y China, transformó por completo la ciudad-Estado, que durante la Segunda Guerra Mundial estuvo en manos japonesas, antes de que el Reino Unido lo retomara otorgándoles un mayor autogobierno hasta que, tras un breve período de dos años unido a la Federación de Malasia se convirtiera en República independiente en 1965.
A bordo del Princess Diamond
El Princess Diamond se construyó en astilleros japoneses y hay muchos detalles a bordo que lo recuerdan. Como son sus baños Onsen, las famosas zonas de baño japonesas, con una piscina adicional con unas vistas excepcionales. O la zona de The Sanctuary, que es una zona reservada para sólo adultos con otra piscina muy recoleta e íntima junto al spa donde, además, se puede almorzar en un ambiente tranquilo. Pero hay una cuestión que deben tener en cuenta los viajeros españoles. Y es que Princess está presente en Japón y sudeste asiático todo el año y desde España se proporcionan guías sólo en español para los cruceristas que decidan embarcarse, en este caso en Singapur. Todas las excursiones en tierra y actividades a bordo están enfocadas a los gustos y experiencias del público español, permitiéndoles hacer inmersiones en el universo y estética asiáticas con la comodidad para aquellos viajeros que no se manejan en otras lenguas con la misma fluidez.
Un medallón (casi) mágico
Cuando submos a bordo podemos aprovechar el Medallion, una medallita que va contigo y que sirve para todo. De hecho, la puerta de tu camarote se abre en cuanto detecta que te estás acercando sin tocarla siquiera. Nuestros oyentes deben saber también que te mueves sólo con la aplicación móvil. Y es que además de escoger una gran variedad de restaurantes donde el servicio y la comida son de calidad, si estás tomando algo en cualquier punto del barco y no te apetece desplazarte hacia algunos de los puntos de restauración, con el simple hecho de pedir lo que quieras en la aplicación te lo llevan a cualquier punto donde estés con la localización móvil. Creo que es algo a tener muy en cuenta que ofrece una comodidad añadida. O escoger y descargarte las fotografías, revisar las excursiones elegidas y cambiar sobre la marcha tus preferencias.
Teletrabajar en un crucero
Cada vez hay más viajeros que teletrabajan en un crucero. Y es por eso que las navieras han apostado por tener unos servicios de WIFI de gran calidad, porque los días en los que estás navegando, son muchos los viajeros que aprovechan para trabajar un rato o bien descargarse novelas donde algunos devoran esos días mientras contemplan los paisajes, en este caso, de Vietnam y Tailandia, donde hay que decir que la temporada de invierno es ideal debido a la óptima climatología.
