“Estambul, antaño Constantinopla, es una ciudad que no te la acabas”. Desde que la visitó por primera vez a los 18 años, Elena del Amo asegura que “si no he ido 20 ó 30 veces, no he ido ni una”. Se declara enganchada a “sus capas y capas de historia que se superponen como una lasaña” y al contraste entre Oriente y Occidente que define la ciudad.

Más allá de Santa Sofía y la Mezquita Azul
En un primer viaje, el recorrido habitual incluye Santa Sofía, el Palacio de Topkapi, el Gran Bazar o la Mezquita Azul, aunque Elena confiesa: “yo le tengo un poco de manía”, porque suele estar abarrotada. En cambio, recomienda otras mezquitas menos visitadas, como la Nuruosmaniye, la Süleymaniye, la Rüstem Pasha o la Kiliç Ali Pasha, todas obras del arquitecto otomano Sinan, “el Miguel Ángel otomano”.

Barrios alternativos: arte, cafés y vistas al Bósforo
Para quienes ya conocen lo esencial, Del Amo sugiere explorar Tophane, un barrio con galerías, librerías y terrazas modernas, además del mejor hammam, según su experiencia. A pocos pasos, GalataPort ofrece un paseo junto al mar y acceso al Museo de Arte Moderno. Desde allí, se puede caminar hasta la popular calle Istiklal, llena de vida, o al barrio de Gálata, más turístico pero con buenas azoteas donde disfrutar las vistas al atardecer sin hacer cola en la torre.

La otra Estambul: Asia y barrios con historia
Del lado asiático, destaca Kadiköy y Moda, llenos de vida local y modernos cafés. También recomienda Fener y Balat, antiguos barrios griego y judío, hoy repletos de tiendas y cafés alternativos. “En Fener puedes asistir a la misa cantada por los popes griegos, en un entorno de velas e iconos capaz de emocionar al ateo más recalcitrante”, cuenta Elena.

Puedes escuchar el audio completo de este reportaje de Elena del Amo en Gente viajera, el programa de viajes de Onda Cero, que se emite sábados y domingos de 12:00 a 14:00h, presentado por Carles Lamelo.
