EN BUENAS MANOS

Vivir sin miedo ni dudas

Según el experto, “la curación del TOC implica acostumbrarse a la incertidumbre, adaptarse a ella, aprender a convivir con ella. Por eso, la frase mágica acaba con ‘No lo quiero saber’.

Dr. Bartolomé Beltrán

Madrid | 24.01.2022 09:36

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Vivir sin miedo ni dudas | Redacción

El trastorno obsesivo compulsivo también se llama el “trastorno de la duda” porque la persona, casi siempre tiene una duda insoportable. Dudas sexuales, miedo a los gérmenes, sensaciones extrañas de atropellos de tráfico, en definitiva, que la persona se expone a pensamientos que la atemorizan. Esto lo leo en el libro del psicólogo Rafael Santandreu, “Sin miedo”.

Según el experto, “la curación del TOC implica acostumbrarse a la incertidumbre, adaptarse a ella, aprender a convivir con ella. Por eso, la frase mágica acaba con ‘No lo quiero saber’. Aunque parezca increíble, llega un momento en que nuestra mente ya no necesita esa seguridad. Esas dudas locas ya no le preocupan”.

La mecánica de este trastorno se traduce en un bucle entre las obsesiones, pensamientos o imágenes que causan ansiedad, y las compulsiones, que son las acciones que se llevan a cabo de manera reiterada e irracional, para tratar de reducir la antedicha ansiedad.

Entre los distintos tipos de TOC, los más comunes son la obsesión por la limpieza o el orden, la repetición de palabras como parte de un ritual o la acumulación de objetos aparentemente inservibles, entre muchos otros.

Y aunque los expertos no saben exactamente qué es lo que lo causa, algunos factores como lesiones en la cabeza, infecciones y, en gran medida el componente genético, parece que podrían jugar un papel protagonista.

En cuanto al tratamiento de este trastorno, las principales vías son la psicoterapia y los medicamentos, aunque a menudo, la opción más eficaz para los pacientes es la combinación de ambos recursos.

Pensamientos obsesivos seguidos de acciones y comportamientos compulsivos. Como su propio nombre indica, este es el patrón que siguen las personas que sufren trastorno obsesivo compulsivo, una enfermedad que afecta aproximadamente a un 3 por ciento de la población general.