EN BUENAS MANOS

¿Qué es el síndrome de fragilidad en el anciano?

El jefe del servicio de Medicina Interna de Quirónsalud Tenerife, el doctor José Alejandro Medina, explica que pasar tanto tiempo sin ningún tipo de actividad física puede provocar la pérdida del 10%de la masa muscular y que en los ancianos esta debilidad, además de exponerles en mayor medida a sufrir fracturas, hace que la respuesta de su organismo a las infecciones, sea mucho más pobre.

Redacción

Madrid | 05.06.2020 15:59 (Publicado 05.06.2020 15:53)

¿Qué es el síndrome de fragilidad en el anciano?
¿Qué es el síndrome de fragilidad en el anciano? | Redacción

Con muy poco movimiento y sin su paseo diario, así han vivido el confinamiento muchas personas mayores, quienes ahora pueden sufrir el síndrome biológico de fragilidad, estado fisiológico que se caracteriza por hacer mucho más vulnerables a quienes lo padecen y reduce sus posibilidades de recuperación ante enfermedades, según Quirónsalud.

El jefe del servicio de Medicina Interna de Quirónsalud Tenerife, el doctor José Alejandro Medina, explica que pasar tanto tiempo sin ningún tipo de actividad física puede provocar la pérdida del 10% de la masa muscular y que en los ancianos esta debilidad, además de exponerles en mayor medida a sufrir fracturas, hace que la respuesta de su organismo a las infecciones, sea mucho más pobre.

El doctor Medina explica que en los casos más leves, la recuperación paulatina de las rutinas les ayuda a recuperar la forma física; pero en que en los cuadros más graves, que se corresponden con personas que tienen dificultad para levantarse de un sillón o que no son capaces de recorrer cuatro metros en menos de 10 segundos, es muy importante que un profesional en la materia le paute una serie de ejercicios para tratar de recuperar su autonomía y funcionalidad.

Las consecuencias negativas que el aumento del sedentarismo tiene sobre la salud no es exclusiva de los ancianos, también afecta a las personas en edad laboral cuya jornada ha perdido la delimitación horaria, lo que les obliga a estar conectados.

Esto ha hecho que mucha gente haya roto no solo sus horarios, sino también las rutinas positivas que mantenían antes de la pandemia, como hacer ejercicio varias veces a la semana.

“Existe una relación dosis-respuesta entre el número de horas sentados y la morbi-mortalidad cardiovascular, lo que quiere decir que a más sedentarismo más se acumula el riesgo de sufrir un infarto de miocardio, un ictus o isquemia en los miembros inferiores“, apunta el doctor Medina.