EN BUENAS MANOS

La psoriasis y la dermatitis atópica, patologías que empeoran con los cambios estacionales

Tal y como recoge Quirónsalud, durante los meses de bajas temperaturas, las calefacciones pueden resecar aún más la piel por lo que para estos pacientes, que pueden tener asociadas enfermedades como el asma y la alergia estacional, será esencial una buena hidratación de la piel, así como el uso de tratamientos co-adyudantes.

Redacción

Madrid | 17.12.2019 13:32 (Publicado 17.12.2019 13:19)

La psoriasis y la dermatitis atópica, patologías que empeoran con los cambios estacionales
La psoriasis y la dermatitis atópica, patologías que empeoran con los cambios estacionales | Redacción

La bajada de temperaturas, la sequedad que provocan las calefacciones y los cambios estacionales afectan enormemente a las diferentes capas de la piel y empeoran patologías como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné.

“El frío puede ser el causante de la dermatitis atópica (DA), un tipo de reacción en la piel que provoca picazón, hinchazón y enrojecimientos continuos“, indican desde el equipo de Dermatología avanzada de Ruber Internacional Paseo de la Habana.

Tal y como recoge Quirónsalud, durante los meses de bajas temperaturas, las calefacciones pueden resecar aún más la piel por lo que para estos pacientes, que pueden tener asociadas enfermedades como el asma y la alergia estacional, será esencial una buena hidratación de la piel, así como el uso de tratamientos co-adyudantes.

Por otro lado, en invierno, enfermedades como la psoriasis empeoran y pueden llegar a afectar a las articulaciones, además de provocar enrojecimiento, descamación, dolor e hinchazón. La psoriasis puede presentar brotes “sobre todo ante picos de estrés, infecciones, la ingesta de determinados medicamentos, así como con cambios de temperatura“, indican desde el equipo de Dermatología avanzada de Ruber Internacional Paseo de la Habana.

Aunque el frío es uno de los principales causantes de problemas en la piel, la realización de hábitos de vida saludables mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes. Los especialistas recomiendan, fundamentalmente, el control del estrés, la adopción de una dieta equilibrada, la eliminación de hábitos nocivos como el tabaco o el alcohol, y la realización de manera periódica de actividad deportiva, hábitos que ayudan a controlar la sintomatología.

Con respecto a la ropa, remarcan que “en las pieles más secas o delicadas, deberemos prevenir el uso de prendas de licra o de tintes oscuros y, sobre todo, utilizar prendas de algodón. También sería útil el evitar suavizantes a la hora de lavar estas prendas”. Estos especialistas remarcan la importancia de hidratarse bien y recomienda el consumo de dos a tres litros de agua al día, así como “ayudarnos de alimentos antioxidantes” como zanahoria, naranja, mango, calabaza, brócoli, boniato o calabacín, además de otros alimentos que protegen la piel como cereales, pescado, pan integral o frutos secos.