Mingorance en el Congreso
El presidente del CACOF destacó la profesionalidad y el compromiso durante la pandemia de todos los farmacéuticos. “Gracias a ello, se ha podido dar solución al problema consistente en las dificultades de los pacientes para acceder a su medicación de diagnóstico hospitalario, que habitualmente retiran de la farmacia del hospital, en circunstancias que lo hacían imposible, dadas las restricciones del Estado de Alarma y las aglomeraciones de alto riesgo de contagio que se estaban produciendo en los hospitales”.
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Antonio Mingorance, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF), habló “en nombre de los miles de farmacéuticos que, como profesionales sanitarios especialistas en el medicamento, trabajan en hospitales, distritos, farmacias comunitarias de pueblos y ciudades, laboratorios de análisis clínicos y otras instituciones que prestan servicios de salud de proximidad relacionados con la ciencia farmacéutica en Andalucía”.
El presidente del CACOF destacó la profesionalidad y el compromiso durante la pandemia de todos los farmacéuticos. “Gracias a ello, se ha podido dar solución al problema consistente en las dificultades de los pacientes para acceder a su medicación de diagnóstico hospitalario, que habitualmente retiran de la farmacia del hospital, en circunstancias que lo hacían imposible, dadas las restricciones del Estado de Alarma y las aglomeraciones de alto riesgo de contagio que se estaban produciendo en los hospitales”.
“La solución a este problema vino del profesionalismo: profesionales de las farmacias de hospital y de las farmacias comunitarias se pusieron de acuerdo con el Servicio Andaluz de Salud (SAS) para hacer llegar esa medicación a los domicilios de los pacientes a través de la farmacia más próxima al paciente. De esta manera, ante la situación excepcional de la pandemia, el SAS estableció un procedimiento de coordinación entre los servicios de Farmacia Hospitalaria y las farmacias comunitarias, garantizando así que la entrega del medicamento la hace siempre un farmacéutico”, explicó Mingorance.
De cara al futuro inmediato, prosigue, definido sin duda por el riesgo de la aparición de nuevos brotes, “el sentido común nos dice que hay que aprovechar las experiencias que han dado resultado en términos de una mejor atención a las necesidades de salud de las personas. Sin duda, la renovación automatizada de tratamientos, la dispensación de medicamentos hospitalarios en la farmacia o el acercar la medicación desde las farmacias al domicilio de los pacientes frágiles y mayores, son buenas experiencias para valorar su incorporación a la nueva realidad, desde criterios de evidencia científica, voluntad de consenso y generosidad profesional”.
Continuando con su intervención, Mingorance subrayó que la reconstrucción sanitaria de Andalucía “debe tener presente asegurar la continuidad y la calidad de la prestación farmacéutica pública”.
Durante su discurso, también alabó la existencia de una industria nacional de genéricos solvente “que ha suministrado adecuadamente los medicamentos necesarios. Ahora, cuando en España todos experimentamos en carne propia las consecuencias de la deslocalización de la industria de diferentes sectores, creo que no está de más tomar en consideración la relevancia de la industria que produce en España medicamentos genéricos destinados muy mayoritariamente a los pacientes del Sistema Nacional de Salud”.
Finalmente, el presidente del CACOF concluyó que es necesario contar con los farmacéuticos para la reconstrucción de Andalucía. “No vamos a aliviarnos de ninguna carga ni sobreesfuerzo que sirva para atender a las necesidades de salud de las personas. Tenemos comprometidos en ello nuestra conciencia de ciudadanía y nuestro orgullo profesional”. Seguro.