Madrid acogió como cada año una nueva edición del Congreso de Derecho Sanitario, que ya lleva veintiséis ediciones y se ha consolidado como una de las citas de referencia para la sanidad española.
Impulsado por el presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, Ricardo de Lorenzo, el evento ha congregado a más de 500 ponentes durante los tres días en los que ha tenido lugar. Además se ha organizado conjuntamente la III Reunión Iberoamericana, “es una oportunidad de hermanar y de poner al día todos los conocimientos de nuestra especialidad”, afirmó De Lorenzo.
Uno de los talleres principales fue “El proyecto de baremo de daños sanitarios: volver a empezar. Una necesidad insoslayable”, impulsado por A.M.A., en el que ha ejercido como maestra de ceremonias Raquel Murillo, Directora General Adjunta y de Ramo de Responsabilidad Civil de la Mutua de los Profesionales Sanitarios.
El baremo de daño sanitario tiene como finalidad ganar mayor seguridad jurídica, reducir la litigiosidad, agilizar el cobro de indemnizaciones, previsibilidad de costes y cuantías y determinar claramente las primas. Y es que desde hace años se viene reclamando la existencia de este baremo específico para la determinación de los daños derivados de la actividad sanitaria.
Tal y como Ricardo de Lorenzo matizó no podemos seguir en el ámbito sanitario sin un baremo específico. La especificidad del acto médico obliga a ello y tenemos que evitar que la mayor parte de las compañías del sector asegurador abandonen la responsabilidad profesional sanitaria. Es lo que hay. Seguro.