Descubierta una de las mayores redes de tráfico ilegal de animales en España

La operación Taxideralia

La Guardia Civil detectó en 2018 un aumento considerable de anuncios por Internet en los que se ofrecían animales disecados de especies incluidas en el convenio CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), cuya legislación prohíbe su venta. Así comenzó la operación ‘Taxideralia’.

Esta estrategia se encuadra dentro del Plan de Acción Español de Lucha contra el Tráfico de Especies Silvestres (Plan TIFIES), encabezado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil.

Un taxidermista sin licencia

La mayoría de las publicaciones tenían el mismo número de teléfono, registrado en la provincia de Alicante, por lo que agentes de las Patrullas del Seprona de Alicante y Monóvar (Alicante), abrieron la investigación. Una de las principales hipótesis que planteaban los agentes era que podía tratarse de un taller de taxidermia pero el titular del número era una empresa constructora no vinculada con este negocio. Los agentes contactaron con el anunciante, conviniendo una cita para una posible compra de los animales.

El Seprona identificó al vendedor, que a su vez era dueño de la empresa de construcción, y encontraron unas 60 piezas disecadas de especies procedentes de África y del territorio nacional en el interior de la nave. A partir de la exploración de estas piezas y su documentación, los agentes encauzaron la investigación hacia un taller de taxidermia sitiado en un chalet de Mutxamiel (Alicante), donde establecieron una vigilancia a la espera de identificar a esta persona. Mientras, siguiendo la búsqueda por Internet por la red, se encontró una web sencilla donde ofrecían servicios de taxidermia en esa misma zona, destacando sus más de 25 años de experiencia en la actividad.

El SEPRONA descubrió que la actividad se estaba realizando sin acreditación profesional ni licencia administrativa, y sin los medios técnicos y de gestión de residuos necesarios para procesar las partes orgánicas desechadas de los animales, que se vertían directamente a la red de alcantarillado, incluyendo el riesgo para la salud pública.

El embalsador mantenía diversos animales disecados, muchos de ellos de especies protegidas por el CITES, y secciones de otros animales, como patas de jirafa y de elefante, que serían usadas como taburetes, o cráneos de primates. El individuo no pudo acreditar la procedencia legal de los mismos.

La información de la Guardia Civil

El desenlace lo ha hecho público la teniente Pellicer y el capitán de Diego, integrantes del Seprona, a los periodistas durante la Jornada 'Periodismo y Lucha contra el Tráfico Ilegal de Especies', el destino de los ejemplares incautados era su exhibición como trofeos de caza. Entre las especies incautadas se encuentran, entre otros muchos, ejemplares de león africano, rinoceronte blanco, tigre de bengala, hipopótamo, cocodrilo africano, antílope africano y jirafa. Los ejemplares se pretendían vender a un elevado precio, por ejemplo, un leopardo se ofertaba por 8.000 euros. La Guardia Civil hizo pública la noticia este lunes 12 en su cuenta de Twitter:

Los usuarios de esta red social contestaron:

@SagoyaSgl. Un animal sin vida, ¡me parece una aberración! Si te gusta mucho, hay láminas maravillosas, empapela la casa si quieres.

@LeoyCabrera. ¡¡Los prefiero libres, en su hábitat y tranquilos, a su bola, que ya tienen lo suyo para subsistir como para tener que preocuparse del mayor y despiadado depredador!!

@Pablonoyume. Si alguien quiere un animal disecado en su casa, hay réplicas impresionantes y que no requieren tanto mantenimiento.

España, el país de tránsito

España tiene la posición geográfica idónea para el tráfico de especies salvajes debido a la proximidad con África y a ser el país de conexión con Europa. Aunque no solo ha tomado el papel de intermediario sino que, según la Oficina de Drogas y Crimen de Naciones Unidas, el 31% de las pieles de reptiles decomisadas a nivel mundial, entre 2005 y 2014 llegaron a España para quedarse aquí. Por eso, en 2018 se aprobó el Plan de Acción Español contra el Tráfico Ilegal y el Furtivismo Internacional de Especies Silvestres, pasando a ser España el primer país de la Unión Europea que adecua el contexto europeo al propio.

El tráfico de vida salvaje, el cuarto negocio delictivo más rentable

Este es un negocio delictivo que recauda más de 80.000 millones de euros cada año y se mantiene gracias al maltrato animal. Cuarto puesto de negocios criminales más provechosos del mundo, por detrás del tráfico de drogas, de productos falsificados y el de personas.

El programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) e INTERPOL valoran que el mercado negro asociado al tráfico de especies silvestres asciende a 90.000 millones de dólares al año. Lo sufren tanto especies de fauna como de flora, muchas de ellas amenazadas de extinción. Por ejemplo, la especie rinoceronte negro (especie en peligro crítico) ha disminuido de 100.000 ejemplares en 1960 a 5.000 en 2016.

Para hacernos una idea, cada año se trafica con 1,5 millones de aves vivas y 440.000 toneladas de plantas medicinales y se matan más de 100 tigres, 1.000 rinocerontes, 30.000 elefantes y alrededor de 100.000 pangolines.

Una de las razones del auge de esta actividad es la medicina tradicional china que atribuye erróneamente capacidades contra el Cáncer a ciertas partes de animales, como ocurre con la bilis de oso tal y como hablábamos este fin de semana en el programa Como el perro y el gato.