La dama blanca 1x10: Llorona

Lucas guía a Aurora hacia la caverna donde la Mujer de Blanco tiene a los niños. Aurora realiza una especie de ritual para comunicarse con su hija Camila, entrar en la caverna y encontrar a los niños perdidos.

El episodio abre en 1983, en la maternidad del Hospital de Monteverde, y en el cementerio poco después: partos de riesgo, neonatos que no respiran, una madre suplicando tener a su bebé en brazos… y, semanas más tarde, el nicho vacío. Cuarenta años después, el pasado encuentra palabras: bajo la presión de Aurora y Lucas, el doctor Pascual Gascón desvela la grieta original de la leyenda —el hijo de la enfermera, Fabián Aldunate, no descansa en ninguna tumba— y admite que el cuerpo fue incinerado como desecho sanitario. El dolor que no tuvo duelo, sugiere el episodio, encarnó a la primera Llorona de Monteverde.

Con esa verdad en la boca, Aurora fuerza el último movimiento: cruzar por túneles mineros hasta la orilla oeste del Lago Espejo y abrir la puerta. Lucas invoca el lema que lleva escuchando desde niño —“sangre por sangre”— mientras el propio Pascual niega, suplica y se rompe. La pieza perdida encaja cuando aparece la hermana Alba Aldunate: la enfermera de 1983, hoy monja, devorada por el rencor. Si la Dama Blanca “necesita un cuerpo”, el odio de Alba fue el huésped perfecto; si exige reparación, la deuda tiene nombre.

La puerta se abre bajo el agua: no una cueva fría, sino un limbo tibio, “como acurrucarse en una cama”. Allí dentro, el tiempo se estanca y las voces de los niños flotan. Javiera está cerca; Camila y los de 2013, mucho más hondo. Lucas guía la huida hacia la luz —“no mires atrás”— mientras todo tiembla: si rompen el vínculo, la gruta se derrumba. En el umbral, Aurora decide lo indecible: dejar que los rescatados suban y seguir descendiendo en busca de su hija.

El epílogo corta como el aire de la montaña. La policía halla a Lucas en la salida de los túneles —los niños vivos regresan con sus familias— y dos cuerpos en la entrada: Pascual, con todos los huesos triturados, y la hermana Alba, sin causa clara, como si el corazón hubiese cedido. De Aurora, ningún rastro; ni huellas ni señales, “como si nunca hubiera estado allí”. En el interrogatorio, Lucas remata la tesis: “los fantasmas son ecos; la Dama Blanca es un virus que se contagia con el dolor”. Y el lago, ahora en silencio, deja una última pregunta colgando: ¿hasta dónde bajó una madre para alcanzar a su niña en la oscuridad?

Créditos

• Dirección:

Enrique Videla

Miguel Ángel Expósito

Víctor Blanco

• Guion:

Enrique Videla

• Reparto:

Ana Isabel Rodríguez: Aurora

Sergio Liébana: Lucas

Alejandro García ‘Peyo’: Briones

José Ángel Fuentes: Garmendia

Coral Balas: Camila

Luis Ignacio González: Pascual

Emma Cifuentes: Madre superiora

Paca González: Hermana Alba

Álvaro Ramos: Periodista

Julio López: Narrador

Pablo Irles: Monitor

Raúl Lara: Juguete

Pablo Adán: Pastor secta Niña Santa

Elena Rey: Niña Santa

Javier Bañas: Pascual joven

Alma Naranjo: Matrona

Jara Luna: Parturienta, Niña Josefina

Melania Marcos: Niño Martín

Laura Martínez: Niña Javiera

Borja Fdez. Sedano: Niño Martín + Niño caló

Eduardo Bosch: Piloto helicóptero (cap 02) + Policía coche patrulla (cap 06) + Policía (cap 08) + Policía (cap 10)

Dave Rogers: Policía (cap 01) + Policía base helicópteros (cap 06) + Policía cementerio (cap 10) + Turista británico (cap 04)

Antonio Abenójar: Hombre (cap 01) + Hombre Youtube (cap 03) + Hombre (cap 08)

Luis Aspe: Experto TV (cap 01) + Trabajador cementerio (cap 10)

Licia Alonso: Voces ambientes

Gustavo Risueño: Voces ambientes

Juan Navarro: Voces ambientes

Marisa Marciel: Voces ambientes

Eva Raya: Voces ambientes

Alberto Robleño: Voces ambientes

Carlos Colmenero: Voces ambientes

Bernardo Corral: Voces ambientes

Equipo técnico Mr Peaks

• Diseño de sonido Mr. Peaks

Álex Escutia

Alfonso Sanz

• Sonorización

Álex Escutia

Alfonso Sanz

• Técnicos de grabación

Carlos Colmenero

Alberto Robleño

• Producción Mr. Peaks

Bernardo Corral

Lucía Rodríguez

• Producción Sonora:

Miguel Ángel Expósito

Víctor Blanco