Este cultivo es un pilar fundamental para las comarcas de los Vélez, Nacimiento y Valle del Almanzora y su importancia crece cada año. En los últimos años, los almendros habían sufrido debido a la falta de lluvias, lo que había provocado que muchos de los árboles se estuvieran quedando secos y debilitados. Las recientes precipitaciones han sido un alivio, ya que han proporcionado la humedad necesaria para revitalizar los árboles y mejorar su salud, lo que es crucial para asegurar la producción en el futuro cercano.