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Entierros, funerales y fantasmas. Exploramos cómo era morir en el medievo y asistimos a un funeral vikingo
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Peleas desatadas por exceso de aguamiel, eruditos enfadados con los fumetas, o monjes hidratándose a base de clareas. Así se drogaba la gente en la Edad Media.
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Cerdos y gallinas, dulces, vino o cerveza, juguetes, sombreros y hasta esclavos. En las ferias y los mercados populares del medievo se vendía de todo
Nos infiltramos en las aulas del medievo para conocer cómo el monopolio educativo cae en manos de la iglesia y los roles de gente como Casiodoro o San Isidoro de Sevilla.
Parir en la Edad Media era complicado. Enfermedades, partos distócicos y toda clase de problemas logísticos complicaban traer niños al mundo.
En el medievo, ni los monjes renunciaban al sexo. En grupo, en solitario, con dildos de cuero. Todo el mundo se entregaba al placer en alcobas, confesionarios, burdeles y cementerios.
La vestimenta y el cuidado personal formaban parte del cortejo en la época medieval, eso sí, los códigos para ligar en palacios y mercados medievales era muy distintos.
Muertes por parto, enfermedades entonces incurables. La vida en la Edad Media podía ser un valle de lágrimas pero también había espacio para la risa y el humor .
En la época medieval la limpieza personal y urbana eran complicadas aunque ya existían sistemas de saneamiento como las letrinas o los baños públicos.
Javier Traité nos descubre cómo era la despensa del medievo, la de los ricos y la de los pobres, y qué papel jugaban la carne o las especias en la alimentación.
