Atando Cabos aborda en este episodio la intrahistoria de la carta de Pedro Sánchez.
Todo empezó la mañana del 24 de abril en la sesión de control al Congreso que se tornó en algo distinto cuando resonaron estas palabras de Pedro Sánchez: "En un día como hoy y después de las noticias he he conocido, a pesar de todo, sigo creyendo en la justicia de mi país".
Rápidamente reconocían desde la Moncloa y desde Ferraz que ese "a pesar de todo" era por lo que consideraban una falsedad injusta, aunque la realidad era que juzgado número 41 de Madrid abría diligencias para investigar a Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno por un presunto delito de tráfico de influencias y corrupción.
Sánchez abandonó a toda prisa el Congreso de los diputados después de responder al líder de la oposición con rostro depreocupación, serio, desgarrado, ordenó a sus guardaespaldas que prepararan el coche y salió hacia La Moncloa.
Cuándo tomó la decisión Sánchez de publicar su carta y quién lo sabía
Era a través de la red social X donde publicaba una carta dirigida a los ciudadanos para anunciarles que cancelaba su agenda pública y se daba un plazo de cinco días para reflexionar si continuaba o no como presidente por la estrategia de acoso y derribo de la derecha.
La decisión de publicar esa carta la había toma Pedro Sánchez por la mañana y al único que el presidente le adelantó su intención, después de a su mujer, fue al rey Felipe II, a quien telefoneó esa misma mañana al salir del Congreso de los diputados.
Principales hipótesis
A partir de aquí, hay que ver cuáles son las principales hipótesis que se manejan.
- Pedro Sánchez hace un mutis de cinco días para fortalecer su posición aglutinando a su electorado y socios de investidura buscando una especie de plebiscito ficticio.
- Preparar una cuestión de confianza: estaría representando un golpe de efecto con esta herramienta regulada en el artículo 112 de la Constitución. Para formularla debe producirse una deliberación en el Consejo de ministros para después someterse a la votación de la Cámara por mayoría simple. Con esto, trataría Sánchez de revalidar la investidura del pasado mes de noviembre. Existen dos precedentes de cuestión de confianza en nuestro país, la de Adolfo Suárez en septiembre de 1980 y la de Felipe González en abril de 1990, ambas prosperaron.
- Que Pedro Sánchez dimita es la tercera opción y la más remota. Su dimisión supondría que ese momento dimitiría el Gobierno en bloque y que otra persona debería someterse a una sesión de investidura. En ese momento no se pueden convocar elecciones porque no ha pasado una año desde la última convocatoria.
- Que no pase nada, que Sánchez mantenga que tras reflexionar hay que continuar.
Sea cuál sea la decisión que tome Pedro Sánchez, la situación política es insólita, inédita y extravagante.