¿Se imaginan la vida sin GPS, sin mapa e incluso sin teléfono móvil que nos diga dónde estamos? Posiblemente acabaríamos perdidos y lejos de nuestro destino final, tal y como le ha ocurrido a un joven chino.
Quería pasar las fiestas por el Año Nuevo chino con su familia, así que pidió días libres en su trabajo y, debido al escaso dinero que tenía, optó por montarse en su bicicleta y pedalear hasta su destino final. Sin embargo, después de 30 días de viaje, se dio cuenta de que iba en dirección opuesta: estaba a 2.450 kilómetros de su punto de partida, según recoge el diario Metro.
Había pedaleado 500 kilómetros para llegar a tiempo a casa, pero se había desorientado y estaba a una distancia mayor de su destino que al inicio del viaje.. Tuvieron que ser unos agentes de Policía quienes le dijeron que iba en sentido contrario y, en un acto de solidaridad con él, le compraron un billete de autobús.
Gracias a ellos, el joven chino llegó a tiempo a casa para celebrar el Año Nuevo en familia.