Los expertos identificaron el parásito, llegando a la conclusión de que se trataba de la especie Wuchereria Bancrofti. Este gusano es altamente peligroso, pudiendo llegar a dañar la vista de forma permanente si no se extrae a tiempo. Se transmite a través de la picadura de un mosquito, que deposita las larvas y luego estas viajan a través del torrente sanguíneo.