Un restaurante chino ha sido clausurado esta semana en el madrileño barrio de Usera por la tenencia de 300 kilos de carne podrida. Su dueño ha sido detenido y acusado de un delito contra la salud pública, entre otros motivos, por servir carne de paloma como si fuese pato. Estos hechos han generado infinidad de reacciones como la de la influencer Nadia Ouragh: "Podría ser una historia de terror perfectamente inventada, pero por desgracia no lo es y esto ha pasado en Madrid".
"¿En qué momento hemos pasado a que un estudio de tatuajes sea muchísimo más higiénico, con diferencia, que un propio restaurante?", ha indicado la tiktoker, quien ha puesto especial énfasis en la procedencia de la carne: "El pato que pintaban en la carta era paloma, una que el mismo dueño cazaba con sus propias manos, como si estuviéramos aquí en el paleolítico o en la edad de los metales". Asimismo, Ouragh ha hecho alusión al estado del interior del local señalando que "estaba eso más sucio que una cueva, tenían esas tiras de carne tendidas cual bragas en un tendedero".
Sin embargo, lo llamativo es que los vecinos tenían un gran concepto del restaurante, no sospechaban nada. De hecho, en Google acumulaba hasta 4,2 estrellas en las reseñas y se pueden leer comentarios como: "De los mejores restaurantes de la zona. Muy recomendable si estás buscando un sitio donde comer platos ricos, diferentes y a muy buen precio".