Nueve de cada diez de los recibos de este tipo analizados por los investigadores contienen Bisfenol-A, sustancia que altera el equilibrio hormonal y lleva a malformaciones, infertilidad, obesidad y algunos tipos de cáncer.
Su uso se ha prohibido en varios países europeos, pero la alternativa tampoco es válida, tal y como ha explicado a Onda Cero el catedrático y autor de la investigación, Nicolás Olea.
"Aquellos países como Francia, Bélgica o Dinamarca, que han sustituido el Bisfenol-A por Bisfenol-S -que está en la mitad de los tickets franceses- por favor, que no lo hagan porque no está legislado y es igualmente tóxico", ha dicho.
Los expertos recomiendan a las personas expuestas no mezclar estos tickets con comida al desempaquetar la compra, ni guardarlos. Cuanta menos manipulación, mejor.