uno de cada tres jóvenes de entre 20 y 35 años admite haber viajado con un conductor que ha fumado

Tráfico alerta sobre la permisividad de los jóvenes a conducir tras fumar porros

Por cada conductor que se pone al volante tras haber bebido, cuatro lo hacen después de consumir recientemente alguna droga, fundamentalmente cannabis, un comportamiento que preocupa a la DGTporque, además de ser cada vez más frecuente, es mucho más tolerado entre los jóvenes que conducir bebido.

ondacero.es

Madrid |

Cannabis | martinalonso4895 en flickr cc

De hecho, uno de cada tres jóvenes de entre 20 y 35 años admite haber viajado con un conductor que ha fumado porros, según algunos de los datos expuestos hoy durante la jornada "Drogas y conducción", organizada por la Fundación Mapfre y en la que han participado diversos expertos nacionales e internacionales.

Entre ellos, el máximo responsable de la DGT, Gregorio Serrano, o el fiscal de sala de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que han reconocido que existe un problema de drogas y conducción, y un problema de educación porque los jóvenes no tienen interiorizado los riesgos.

"Sobre todo con los porros, los jóvenes no perciben el peligro", ha apostillado Serrano tras recordar que el lema "si bebes no conduzcas" sí ha calado entre la población, como demuestran que de las más de cinco millones de pruebas de alcohol realizadas el pasado año solo resultaran positivas cerca del 1,4 por ciento.

Para el subdirector adjunto de investigación de Tráfico, Juan Carlos González, la prevalencia del consumo de drogas al volante está lógicamente relacionado con la de la población en general que, en el caso de cannabis, se sitúa en torno al 17 por ciento entre 15 y 35 años.

De esta forma, el contexto de consumo "socialmente importante" se traslada a al prevalencia de consumo en conductores, sin olvidar que, a diferencia de lo que ocurre con el alcohol, la cantidad de la ingesta no está vinculado con la afectación.

Para cambiar la dirección de esta curva en ascenso del consumo de drogas al volante, los responsables de Tráfico trabajan en varios frentes: más controles en las carreteras, más educación y reformas legislativas.

Sobre las primeras, el director de la DGT ha dicho que este año se realizarán 100.000 controles de drogas y que en 2019 se harán 150.000, frente a los cerca de 90.000 test del año pasado, de los que resultaron positivos mas de 31.000. Respecto a las reformas legales, Serrano ha recordado que el borrador de la nueva ley de tráfico -el anteproyecto ya ha sido remitido al Ministerio del Interior- propone que a los conductores que sean sancionados dos o más veces por alcohol y/o drogas en un año se les podrá retirar el carné si ese consumo es fruto de una adicción diagnosticada.

Desde el punto de vista punitivo y sancionador, el fiscal especial Bartolomé Vargas ha calificado de razonable el régimen actual, ha felicitado a Tráfico por el esfuerzo para aumentar los controles y ha defendido la necesidad de elaborar "una estrategia nacional y global" de educación, con el objetivo de que los más jóvenes conozcan los riesgos reales de conducir bajo los efectos de las drogas.

Una estrategia en la que se debe implicar a las autoescuelas, a los colegios e institutos y también a la administración sanitaria, cuya intervención ha tildado de "esencial". Vargas ha añadido que la Fiscalía está trabajando con la Agrupación de Tráfico de la DGT en "depurar" las garantías de los sistemas de detección de drogas para que el proceso penal no haya ninguna duda respecto a la responsabilidad de esa persona que comete un delito.

"Hay que probar la influencia de las drogas en ese hecho", ha subrayado el fiscal que ha avanzado que la captación de los signos de la droga son más difíciles de probar que los del alcohol y, por eso, se van a mejorar los atestados de la Guardia Civil y los procedimientos