Entre estudiantes y miembros de la organización

Tensión y gritos en la Complutense tras la llegada del autobús tránsfobo de Hazte Oír

Un centenar de personas, entre estudiantes y miembros de HazteOir, se están enfrentando a gritos en las cercanías de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid después de que la organización ultracatólica haya aparcado su polémico autobús tránsfobo en el estacionamiento del campus.

ondacero.es

Madrid | 10.03.2017 18:39

El nuevo autobús de Hazte Oír
El nuevo autobús de Hazte Oír | Twitter Luis Miguel Torres

El presidente de HazteOir, Ignacio Arsuaga, tenía previsto participar en una mesa redonda sobre libertad de expresión, organizada por un solo estudiante, según ha informado el decano de la facultad, Ricardo Alonso.

El decano ha explicado que la prohibición por parte de la facultad a que se realice la citada mesa redonda responde a que este tipo de actos solo pueden organizarse si lo solicita una asociación de estudiantes legalmente inscrita y con representatividad.

Pese a la prohibición, HazteOir ha llevado su autobús al campus, donde ya lo esperaban un grupo de jóvenes con pancartas de "Hazte querer" y gritando consignas como "fuera fascistas de la Universidad", "los ángeles no tienen genitales", "ese autobús es violencia" o "mi cuerpo, mi vida, mi forma de follar".

Junto a HazteOir, han acudido varios representantes de Vox, entre ellos su presidenta, Rocío Monasterio, partido que ya había mostrado su apoyo a la campaña tránsfobo de la organización.

El vehículo ha tenido que quedar estacionado en un aparcamiento en las inmediaciones de la facultad, y allí se ha dirigido un nutrido grupo de jóvenes, momento en el que ha aumentado la tensión con los miembros de la organización y del partido ultraconservador.

"Aquí la gente es libre de expresarse, aunque sea a gritos, siempre que no haya violencia verbal o física", ha dicho el decano en medio del revuelo.

La situación se ha vuelto más tensa y ha obligado a acudir a la Policía Municipal, especialmente cuando un hombre de mediana edad ha propinado un cabezazo al decano.