El último mohicano de esas tiendas de fondo azul y letras amarillas tan famosas en la década de los 90 y que hacia las delicias de todo amante del cine o simplemente de los que acudían a sus estanterías para buscar unas buenas películas para el fin de semana.
Un ritual que poco a poco fue muriendo la entrada primero de la piratería por internet y después de las plataformas online termino por acabar con un sistema de alquiler de vídeos que ya venía apagándose por el desuso de sistemas como el VHS. La cuestión es que en 2010 Blocksbuster no pudo más y se declaró en bancarrota. La mayoría de las tiendas cerraron en ese momento, pero algunas fueron sobreviviendo hasta que han ido poco a poco echando el cierre.
Este jueves 7 de marzo, dejo de alquilar vídeos la penúltima, al oeste de Australia, así que desde este 8 de marzo de 2019 solo una. En Bend, Oregon, se mantiene abierta y en pleno funcionamiento. No sólo eso, sino que goza de excelente salud.
Esta encajonada entre una tienda de cannabis y un crematorio de mascotas junto a la autopista. Tienen 4.000 socios y cada semana se suman más. Su responsable, Sandi harling, cuenta que viene gente hasta de otros estados para sacar su carnet y hacerse un selfie delante de la tienda. Una expectación que Sandi entiende como la querencia que tenemos a todo lo retro, el vinillo, los pantalones de campana o el Bloksbuster.