FRÍO EXTREMO

Los síntomas que alertan de un ‘ataque de frío’: factores de riesgo

La brusca bajada de temperaturas de los últimos días puede entrañar riesgos para algunos colectivos más propensos a sufrir ataques de frío. Descubre qué son y cuáles son sus síntomas.

❄️ Respirar por la nariz o vestir varias capas entre las recomendaciones de Sanidad ante el frío

☔️ Trece provincias en alerta por lluvias, tormentas y viento

M.P.

Madrid | 09.12.2022 10:48

Los síntomas que alertan de un ‘ataque de frío’: factores de riesgo
Los síntomas que alertan de un ‘ataque de frío’: factores de riesgo | Pexels

Las temperaturas han descendido bruscamente en las últimas semanas dejando valores en algunas provincias más propios de meses como enero o febrero (normalmente, considerados los más fríos del invierno). De hecho, para las últimas horas del puente de diciembre, se van a registrar temperaturas muy frías en el norte peninsular con un sólo dígito durante el día y heladas en zonas altas.

Este contexto de frío extremo, es importante llevar a cabo una serie de medidas para protegernos de las gélidas temperaturas y no sufrir así los denominados como ‘ataques de frío’, sobre todo si pertenecemos a uno de esos colectivos más vulnerables que entrañan especial riesgo.

¿Qué es un ataque de frío?

Según explica Mayo Clínic, un ‘ataque de frío’ o hipotermia es una urgencia médica que se produce en el momento en que el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo produce. Esto provoca una peligrosa disminución de la temperatura corporal hasta dos grados o más por debajo de la que es considerada normal, 37º.

Una brusca bajada de la temperatura corporal puede provocar que el corazón, el sistema nervioso y otros órganos dejen de funcionar con normalidad y, si no se trata, en los casos más graves puede provocar la muerte.

¿Cuáles son los síntomas?

El primero de ellos es el clave: los escalofríos. Indican que la temperatura corporal está empezando a bajar, y son la defensa automática del cuerpo contra la temperatura baja para que este reaccione y comience a calentarse.

Otros síntomas:

  • Escalofríos
  • Hablar arrastrando las palabras o balbuceo
  • Respiración lenta y superficial
  • Pulso débil
  • Torpeza o falta de coordinación
  • Somnolencia o muy poca energía
  • Desorientación o pérdida de memoria
  • Pérdida del conocimiento
  • Piel de color rojo brillante y fría (en bebés)

Causas de la hipotermia

Normalmente, se puede producir cuando experimentamos una brusca bajada de la temperatura corporal después de una exposición extrema al clima gélido o al agua muy fría. Sin embargo, también puede producirse de manera más prolongada debido a las siguientes causas:

  • Uso de ropa no tan cálida para las condiciones climáticas.
  • Quedarse bajo el frío de la calle demasiado tiempo.
  • Llevar la ropa mojada y no poder cambiársela por seca.
  • Contacto accidental con el agua fría (accidente de navegación).
  • Habitar una casa demasiado fría.

[[H3:Factores de riesgo para sufrir un ‘ataque de frío’]]

  • Cansancio: cuando una persona está fatigada o cansada, la tolerancia al frío disminuye.
  • Personas mayores: la capacidad del cuerpo para regular la temperatura y sentir que hace frío también disminuye con la edad.
  • Niños: lo más pequeños pierden el calor más rápido que los adultos o pueden incluso olvidarse de que tienen frío.
  • Problemas mentales: hay personas que por algún tipo de enfermedad mental, como la demencia, no se vistan de manera adecuada para combatir un clima frío.
  • Consumo de alcohol y drogas: el alcohol puede hacer que el cuerpo se sienta caliente por dentro, pero hace que los vasos sanguíneos se expandan, lo que resulta en una pérdida de calor más rápida de la superficie de la piel. La respuesta natural del cuerpo de generar escalofríos se reduce en las personas que han estado bebiendo alcohol.
  • Afecciones médicas: tiroides, mala nutrición, anorexia, diabetes, ictus, artritis, Párkinson, traumatismos, etc.
  • Medicamentos: algunos antidepresivos, antipsicóticos o analgésicos y sedantes pueden cambiar la capacidad del cuerpo para regular su temperatura.