La comitiva real ha partido a las 18.30 horas de esta tarde desde la zona de Nuevos Ministerios de Madrid en dirección a la plaza de Cibeles en un gran desfile con 30 escenas y doce carrozas que tiene como eje principal la curiosidad, concebida como un cuento infantil.
Si el año pasado fueron criticados por haber lucido unos coloridos vestidos que según el Ayuntamiento tomaban como referencia un 'imaginario infantil' y los críticos compararon con cortinas de ducha, en esta ocasión sus majestades han sacado de nuevo las tradicionales capas, dorada en el caso de Melchor, roja en el caso de Gaspar y marrón para Baltasar.
Al igual que sucedió en la cabalgata del año pasado, un pelotón fugaz de 300 ciclistas ha abierto el gran desfile madrileño, en el que tampoco este año participan más animales que los caballos de los agentes de Policía, pues, aconsejados por la alcaldesa Manuela Carmena, sus Majestades han optado por dejar a sus camellos en Oriente y ayudarse de triciclos para repartir los regalos.
La novedad de este año es que la cabalgata cuenta con intérpretes que narran en lengua de signos el relato de varias carrozas, con el objetivo de hacer más accesible el desfile.
Miles y miles de niños y sus familias se han acercado al Paseo de la Castellana para presenciar la cabalgata que preludia una larga noche de trabajo y en la que se había creado una gran expectación por comprobar si Melchor, Gaspar y Baltasar repetían el 'look' informal por el que fueron criticados el año pasado.
"Tengo poquísima relación con Oriente, y los Reyes lo llevan con mucho sigilo, pero sí les hemos hecho llegar que Madrid es muy exigente, que a los ciudadanos les interesa mucho que haya una vestimenta atractiva, lujosa. A ver si nos hacen caso, porque los Reyes son independientes", había dicho al respecto la alcaldesa de Madrid.
Este año el desfile cuenta con un "blindaje" especial de seguridad que supondrá un mayor número de agentes, la prohibición de que circulen camiones y la colocación de elementos pesados en algunos puntos.
El Ayuntamiento de la capital, en colaboración con la Policía Nacional, ha diseñado un dispositivo especial tras la instrucción de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana en la que pedía a los consistorios que tomasen medidas de protección adicionales después del atentado yihadista de Berlín del 19 de diciembre, en el que un camión irrumpió en un mercadillo y mató a doce personas.
Unos 400 policías nacionales, 400 municipales y unos 300 miembros del Samur velan por la seguridad en el desfile de hoy.