NUEVO PAPA

Los requisitos que debe cumplir el nuevo papa

Solo los cardenales que cumplan una serie de requisitos pueden ser papa. Aun así, la norma eclesiástica no marca como obligatorio ser cardenal y ha habido un caso en la historia que el papa no tenía experiencia en la Iglesia.

Nerea Pardillo

Madrid |

El cardenal Pietro Parolin durante la misa Pro eligendo papa celebrada en la Basílica de San Pedro durante el 7 de mayo
El cardenal Pietro Parolin durante la misa Pro eligendo papa celebrada en la Basílica de San Pedro durante el 7 de mayo | EFE/EPA/ALESSANDRO DI MEO

Una vez que los 133 cardenales elijan al sucesor del papa Francisco saldrá una fumata blanca por la chimenea de la Capilla Sixtina. Una hora después, el cardenal protodiácono pronunciará desde el balcón de la Basílica de San Pedro las tan ansiadas palabras "Habemus papam" y el nuevo pontífice hablará ante los fieles por primera vez.

Si bien, antes de todo esto, los cardenales han tenido que cumplir una serie de normas y criterios que son los que determinan quién puede y quién no ser el representante de la Iglesia católica. Son unas normas que tienen siglos de antigüedad, ya que el cónclave es un proceso secreto y muy estricto.

En primer lugar y aunque parezca evidente, el nuevo papa tiene que ser católico. Esto implica que debe estar bautizado y tiene que haber recibido otros sacramentos como la comunión, la confirmación y la celebración de la eucaristía.

Debe haber pasado por los diferentes escalones de la jerarquía eclesiástica

Además, aunque no lo marca la norma oficialmente, lo habitual es que sea cardenal. Los cardenales son el segundo escalón en la jerarquía de la Iglesia. Por encima de ellos solo se encuentra el papa y, por debajo, los obispos, los párrocos y los fieles laicos, en ese orden.

Para llegar a ser cardenal, en primer lugar tiene que haber sido nombrado sacerdote. Esto se consigue tras elegir el camino del celibato y completar sus estudios teológicos, que duran alrededor de siete años. De hecho hay varias etapas a lo largo de estos años: etapa propedéutica, etapa discipular, etapa configuradora y etapa de síntesis.

Tras esto, el sacerdote está preparado para ser obispo. Para ello tiene que tener mínimo 35 años y una experiencia de al menos cinco años como sacerdote. Aún así, ser obispo no es algo fácil, ya que son los otros obispos los que valoran positivamente que un sacerdote ascienda a esa posición. Y, por consiguiente, la última palabra la tiene el papa.

Por último, tras muchos años y una larga y dilatada experiencia dentro de la Iglesia católica, es el papa el que decide y nombra a los cardenales. Es entonces cuando puede participar en los cónclaves y otros ritos eclesiásticos reservados para ellos.

Si bien, no todos los cardenales pueden ser papas. Según la legislación canónica, el pontífice no puede tener más de 80 años. De hecho, lo habitual es que tenga entre 60 y 70 años para que así su pontificado dure entre 10 y 12 años. Por el contrario, un papa muy joven podría ejercer su influencia durante muchos años en la Iglesia.

La historia del papa que fue elegido sin tener experiencia y por aclamación popular

El Código de Derecho Canónico no marca como obligatorio ser obispo, cardenal o sacerdote, pero si se da la circunstancia de que un hombre que no haya sido nombrado obispo sea elegido papa, debe recibir la consagración episcopal.

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En la historia de la Iglesia esta situación ha ocurrido una vez: Celestino V fue elegido papa en 1294 sin tener experiencia en el episcopado, simplemente por pura aclamación popular. Sin embargo, su papado fue muy breve, duró tan solo cinco meses.