Este martes 7 de octubre, poco después de la 13:00h de la tarde, parte de un edificio en obras en la calle Hileras, junto a la plaza de Ópera en el centro de Madrid, se derrumbó de forma repentina. El inmueble, de seis plantas y construido en los años sesenta, estaba siendo rehabilitado para convertirse en un hotel de cuatro estrellas. En ese momento trabajaban en su interior entre treinta y cuarenta personas.
Los servicios de emergencia llegaron en cuestión de minutos, y después de evacuar a los heridos y asegurar la fachada del edificio, los bomberos de Madrid comenzaron sobre las 18:30h las labores de búsqueda de las cuatro personas desaparecidas, con la ayuda de perros especializados de la Policía Municipal y de la Asociación Unidad Canina de Rescate de España.
Sobre las 22:00h de la noche, José Luis Martínez Almeida, informó del hallazgo de los cuerpos de dos de las cuatro personas desaparecidas. Y cerca de las tres de la madrugada de este miércoles, los bomberos consiguieron recuperar los otros dos cuerpos sin vida entre los restos del edificio.
Las cuatro víctimas mortales del derrumbe del edificio en la calle Hileras, en pleno centro de Madrid, ya han sido identificadas. Se trata de Laura, Dambéle, Alfa y Jorge, cuatro trabajadores que se encontraban en el inmueble cuando la estructura cedió de forma repentina. La tragedia se produjo mientras se realizaban labores de reforma en el edificio, situado a escasos metros de la Plaza de Callao.
Las víctimas
Laura, de entre 28 y 30 años, trabajaba en las oficinas situadas en la primera planta del edificio. Según algunos medios era la arquitecta responsable de la obra y desempeñaba tareas administrativas o de gestión en la empresa encargada de la reforma.
En el sótano del edificio se encontraban Dambéle y Alfa, dos obreros originarios de Malí y Guinea, respectivamente, de entre 30 y 50 años. Ambos eran empleados de la empresa constructora ANKA y estaban en los baños del subsuelo cuando la estructura colapsó.
La cuarta víctima, Jorge, era también trabajador de ANKA y procedía de Ecuador. Tenía una edad similar a la de sus compañeros y, en el momento del siniestro, se encontraba en la última planta del edificio, de seis alturas. Su cuerpo fue localizado horas después por los equipos de emergencia, que trabajaron durante toda la madrugada en las labores de rescate entre los escombros.
El operativo de rescate
Los cuatro fallecidos quedaron atrapados bajo los restos del edificio tras el colapso parcial de la estructura. Los equipos de Bomberos, Policía Municipal, Policía Nacional y Samur participaron en un amplio dispositivo para localizar a todas las víctimas. La identificación oficial de los cuerpos se realizó por la Policía Científica, y la investigación sobre las causas del derrumbe continúa abierta.

