Es un hito histórico. Por primera vez en la historia de la Iglesia anglicana, una mujer ostentará el cargo de mayor rango dentro de esta institución. Su nombre es Sarah Mullally y el 3 de octubre de 2025 se convirtió en la primera mujer arzobispo de Canterbury.
Hasta entonces obispa de Londres desde 2018, su investidura tendrá lugar en la Catedral de Canterbury el próximo año 2026. Mullally también fue la primera mujer en ostentar ese cargo y antes de su ordenación en 2001 fue la directora de Enfermería del Gobierno para Inglaterra, la persona más joven en ser nombrada para ese puesto a sus 37 años.
La decisión de optar por Mullally para liderar la Iglesia de Inglaterra pasa por la Comisión de Nominaciones de la Corona (CNC) de Canterbury, que nominó a Mullally tras un proceso de consulta pública y discernimiento basado en la oración que comenzó en febrero de este 2025. Según consta en un comunicado del Arzobispado de Canterbury, la CNC estuvo compuesta por varios representantes de la Iglesia de Inglaterra, la Comunión Anglicana global y la Diócesis de Canterbury.
Su nombramiento fue aprobado por el rey Carlos III del Reino Unido, que tiene el título simbólico de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, y será formalmente confirmada en enero de 2026 por el Colegio de Cánones de la Catedral de Canterbury, en el sureste inglés.
Así será la labor de Mullally
"Al responder a la llamada de Cristo a este nuevo ministerio, lo hago con el mismo espíritu de servicio a Dios y a los demás que me ha impulsado desde que me convertí a la fe en mi adolescencia", señaló Mullally en un comunicado tras conocer su nombramiento para el cargo.
A lo largo del tiempo "he aprendido a escuchar atentamente a las personas y a la dulce inspiración de Dios, para buscar unirlas y encontrar esperanza y sanación", ha expresado. "Quiero animar a la Iglesia a seguir creciendo en su confianza en el Evangelio, a hablar del amor que encontramos en Jesucristo y a que este amor guíe nuestras acciones".
Arzobispado de Canterbury
Ostentar el cargo de arzobispo de Canterbury es sinónimo a ser el obispo de mayor rango dentro de la Iglesia de Inglaterra. A través de su posición desempeña su ministerio combinando diversas funciones, como la de obispo diocesano de Canterbury, primado de toda Inglaterra y metropolitano, así como primero entre iguales de los primados de la Comunión Anglicana global compuesta por unos 90 millones de personas en 165 países.

