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La prueba de la taza de café que puede arruinarte una entrevista de trabajo

A veces, la clave que podría decidir tu futuro se esconde en algo tan inocente como una taza de café.

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📌 ¿Qué preguntas no te pueden hacer durante una entrevista de trabajo?

Miriam Méndez

Madrid | 23.01.2023 10:15

La prueba de la taza de café que puede arruinarte una entrevista de trabajo
La prueba de la taza de café que puede arruinarte una entrevista de trabajo | Pixabay

Buscar información sobre la empresa, averiguar cuál es el rango salarial de los empleados, investigar los departamentos que mejor funcionan dentro de la organización... Analizar a la empresa antes de la entrevista de trabajo es todo un clásico en la orientación laboral.

Sin embargo, ¿qué pensarías si te dijésemos que una simple taza de café puede determinar si te contratan o no?

El paso determinante para superar una entrevista de trabajo

Las grandes empresas elaboran entrevistas cada vez más innovadoras, con el objetivo de encontrar al empleado ideal: aquel que se equilibre en experiencia, formación y actitud.

Este último aspecto es el más complicado de valorar en una entrevista de trabajo, ya que va dando la cara con la rutina y con el día a día en la empresa. Por este motivo, la primera impresión es fundamental, ya que puede marcar la diferencia entre conseguir un puesto de trabajo o volver a la cola del paro.

Un empresario australiano ha publicitado el método perfecto para medir la personalidad del candidato durante una entrevista de trabajo: la prueba del café.

Así lo denominó Trent Innes, jefe de la empresa de software 'Xero Australia', en el podcast de negocios 'The Venture', momento que aprovechó para compartir el truco que se usaba en su propia empresa desde hace años y que, más tarde, fue recogido por el diario británico 'Mirror'.

Esta prueba consiste en ofrecer una taza de café al candidato durante la entrevista de trabajo y, posteriormente, prestar atención a su comportamiento al finalizar: "¿Recogerá la taza o la dejará ahí?".

De acuerdo con el empresario, ser limpio y respetuoso dice mucho de una persona y, por lo tanto, valora notablemente el comportamiento de los candidatos ante situaciones tan cotidianas, ya que son un indicio de la personalidad en sí.

"Siempre llevo al candidato a dar una vuelta por la oficina y pasamos por la cocina donde me las ingenio para acabar llevándonos una bebida", relataba Innes a Lambros Photios, empresario a cargo del podcast.

"Entonces me lo llevo de vuelta y tenemos nuestra entrevista. Una de las cosas que busco siempre al final de la misma es, ¿la persona que hace la entrevista lleva esa taza vacía a la cocina?", añadía.

Innes confesaba que había utilizado esta técnica en muchas de sus entrevistas y, gracias a ella, había rechazado a muchos candidatos por no llevar la taza sucia a la cocina. "Puedes desarrollar habilidades, puedes adquirir conocimientos y experiencia, pero todo se traduce en la actitud", concluyó el australiano.

La táctica de la cerveza

La innovadora técnica de Trent Innes encuentra su caldo de cultivo en el curioso truco de la cerveza que Steve Jobs aplicaba en las entrevistas de trabajo.

Jobs era diferente al prototipo de directores de las grandes compañías. Siguiendo con su perfil de "CEO diferente", el magnate empresarial estadounidense solía tomar una cerveza con el candidato.

Para Jobs, era fundamental establecer un punto de inflexión que generase confianza y soltura, ya que los perfiles de altos cargos, suelen venir de un universo más hostil, más formal, que posiblemente en una entrevista los pongan nerviosos o tensos.

Para evitar esta situación, el genio de Apple pretendía ver las dimensiones personales desde una arista más informal y relajada. De esta manera, la cerveza rompía esas reglas establecidas y desnudaba las verdaderas personalidades de los candidatos.

Después de cada entrevista, el cofundador de Apple se planteaba siempre la misma pregunta: "¿Me tomaría una cerveza con esta persona?", con independencia de la experiencia del candidato o candidata y su trayectoria profesional.

Al responder a esta cuestión, Jobs decidía si el candidato era o no el indicado.