Lo que comemos cada día es tema de debate en la calle. Es verdad que cada vez controlamos más los alimentos que ponemos en el plato pero no el proceso hasta que llega a nuestras manos.
Entre los sectores implicados, los veterinarios proponen profesionales en seguridad alimentaria en las industrias pero destacan que nuestra legislación es una de las mejores al respecto. Misma opinión desde el sector cárnico, "total confianza" en los controles.
Los controles van desde las sustancias permitidas para elaborar los alimentos, su almacenamiento, conservación y transporte, hasta las medidas que deben cumplir los comercios. El Gobierno garantiza la buena actuación en este brote, aunque reconoce que se van a mejorar los protocolos.
Para las asociaciones de consumidores, el error está en la comunicación entre Gobierno y comunidades.
El daño no es sólo para el ciudadano, sino también para las empresas. Incumplir las obligaciones pasa por sanción económica e incluso penal. Lo cierto es que en la calle, cuando pasa el ruido, seguimos comiendo sin pensar.