La noticia de la semana ha sido la boda de Cayetano Martínez de Irujo con Bárbara Mirjan, que ha tenido que recibir comentarios un tanto "misóginos" a raíz del enlace. Por ejemplo, que ha pasado a ser "maravillosa" desde que se ha casado -a pesar de llevar diez años de relación-, que se merecía esta boda, "comentario del siglo XIX" para la periodista, que ve en la frase una especie de "ha aguantado mucho, se merece esto y convertirse en una mujer decente".
Para Pilar Eyre, el problema de Cayetano es que tiene "el síndrome del rostro malhumorado, que es como llama mi esteticien a las arrugas que salen en el entrecejo, en el borde de los labios y que hacen que la mandíbula esté tensa". Para ella, esto se ha desarrollado en la cara de él "a base de estar cabreado toda su vida". De hecho, considera que "su cara podría servir para estudiar este tipo de arrugas de cómo estabas antes y ahora. Con un poquito de bótox se podría quitar".
Sobre los estilismos, Eyre se pregunta si es que "le dolía la casaca al irle pequeña" porque "estaba todo el rato metiéndose los dedos entre el cuello y la garganta". "No me extraña nada que le fuera pequeña porque la usó para su primera boda. De hecho, creo que podría ser la del padre, que se casó hace 68 con Cayetana de Alba con el mismo traje valorado en 10.000 euros".
También comenta que Cayetano iba caminando de una forma rara, "con las piernas raras, como si las tuviera enyesadas", por lo que se pregunta si es que no sabe si le dolían los zapatos o es que llevaba el sable en un lado y en el otro el casco emplumado y se veía desbordado al llevar eso y tener que ir del brazo, primero con su hija y luego con su esposa.

