Madrid |
Una idea de lo más peculiar que consiste en utilizar desechos agrícolas en la producción de piezas para coches. Restos de limón, granada, brócoli y cáscaras de almendra. Con ellos se han desarrollado compuestos naturales con propiedades antimicrobianas, liberadoras de fragancia o para crear nuevos colores y efectos ópticos.
Estas sustancias, dicen los investigadores, suponen una revolución para el sector del automóvil y varias marcas han mostrado ya su interés participando en el proyecto. Los residuos se han seleccionado por sus propiedades naturales. Por ejemplo, los colorantes del limón, el brócoli o la granada han permitido obtener colores peculiares. El aceite esencial del limón aporta las propiedades antimicrobianas, además de su poder aromático. La cáscara de almendra confiere un refuerzo natural, lo que unido a su aspecto, similar a la madera, mejora las propiedades mecánicas del material.
A través de una impresora 3D, compuestos del brócoli, el limón y la granada han permitido la creación de tiradores de puertas y salpicaderos con propiedades estéticas específicas.
Por cierto, la Universidad también trabaja con residuos de almidón procedente del maíz para generar materiales de construcción más reforzados y resistentes.