SOCIEDAD

El pequeño hábito que fortalece tu autoestima sin darte cuenta

Contar con una autoestima sólida no solo favorece el bienestar emocional, sino que también potencia la capacidad de alcanzar metas y superar adversidades. Por ello, conocer y aplicar herramientas efectivas para fortalecerla se ha convertido en una necesidad clave en la búsqueda de una vida más equilibrada, satisfactoria y plena.

ondacero.es

Madrid |

El pequeño hábito que fortalece tu autoestima sin darte cuenta
El pequeño hábito que fortalece tu autoestima sin darte cuenta | PEXELS

En un contexto donde la salud mental y el bienestar emocional cobran cada vez más relevancia, psicólogos y coaches insisten en la importancia de los hábitos diarios para construir una autoestima sólida. Entre ellos, destaca uno especialmente sencillo y eficaz: cumplir con las pequeñas promesas que nos hacemos a nosotros mismos. Este gesto, aparentemente trivial, esconde una poderosa herramienta para reforzar la autoconfianza y la autoimagen, según confirman estudios recientes y testimonios de pacientes.

El mecanismo psicológico detrás del hábito

Cumplir con pequeñas promesas personales -como leer unas páginas antes de dormir, mantener el orden en el escritorio o dedicar cinco minutos a la meditación- activa un ciclo positivo de autorrefuerzo.

“Cada vez que cumples con lo que te propones, envías a tu cerebro el mensaje de que eres una persona fiable y capaz”, explica la psicóloga clínica Marta Ruiz.

Por el contrario, romper sistemáticamente esas promesas, aunque sean mínimas, puede alimentar la sensación de fracaso y minar la autoestima.

Este mecanismo está relacionado con el concepto de “autoeficacia”, acuñado por el psicólogo Albert Bandura, que se refiere a la creencia en la propia capacidad para organizar y ejecutar las acciones necesarias para alcanzar metas. La autoeficacia, a su vez, es un pilar fundamental de la autoestima.

De lo pequeño a lo grande: el efecto acumulativo

Los expertos subrayan que no es necesario proponerse grandes retos para obtener beneficios. De hecho, empezar con objetivos modestos y alcanzables -como hacer la cama cada mañana o escribir un breve diario- permite experimentar una sensación inmediata de logro. Con el tiempo, este hábito puede extenderse a metas más ambiciosas y fortalecer la resiliencia ante desafíos mayores.

Además, cumplir con pequeñas promesas ayuda a combatir el autosabotaje y la procrastinación, dos enemigos habituales de la autoestima.

“Cuando una persona se acostumbra a cumplir lo que se promete, se siente más en control de su vida y menos vulnerable a la frustración”, señala el coach motivacional Javier Ortega.

Riesgos y matices: la importancia del equilibrio

Sin embargo, los especialistas advierten que este hábito debe practicarse con equilibrio. Fijarse demasiadas promesas o metas poco realistas puede generar el efecto contrario y aumentar la autocrítica. “La clave está en la autocompasión y en adaptar los compromisos a las circunstancias personales”, apunta Ruiz. El objetivo no es la perfección, sino el progreso y la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace.