Macarena Cabrujo, socorrista argentina de 25 años, se encontraba jugando al volleyball con unos amigos en la playa de Can Pere Antoni, en Mallorca, cuando divisó a lo lejos a un niño que estaba siendo arrastado mar adentro. A pesar de encontrarse fuera de su jornada laboral, Macarena no dudó en acudir a su rescate, y pidió a los bañistas que llamaran a emergencias.
Cuando por fin consiguió llegar hasta el menor, este empezó a hundirse, y rápidamente le sacó la cabeza del agua para evitar que el niño se ahogase. Según informa Diario de Mallorca, intentaron llegar a una hoya pero el fuerte oleaje se lo impedía, y fue cuando el niño, de origen senegalés, le dijo: "pensaba que no me ibas a rescatar porque soy negro".
Finalmente, un barco del puerto avistó a los jóvenes y se acercó para tirarles un flotador para que pudiesen llegar hasta la orilla. Una vez a salvo, Macarena le dio "un fuerte abrazo" y le llenó "de besos", reconoce la joven.